El Louvre quiere "revelar el aspecto radiante del Islam" con una nueva sala monumental

  • La pinacoteca inaugura, tras ocho años de obras, una construcción que albergará 15.000 piezas del museo y 3.400 préstamos permanentes.
  • La sala de dos plantas ha costado 100 millones de euros y cubre el patio Visconi con una estructura ondulada de cristal y aluminio.
  • Es una de las más ricas colecciones de arte islámico del mundo, con piezas que atestiguan la influencia artística de la cultura árabe de España a la India.
Interior del piso superior de la sala de arte islámico del museo
Interior del piso superior de la sala de arte islámico del museo
© M. Bellini – R. Ricciotti - © 2012 Musée du Louvre
Interior del piso superior de la sala de arte islámico del museo

"Hay una tendencia doble, que va del interés a la repulsión, con respecto al arte islámico y hacia el Islam en particular. Queremos revelar el aspecto radiante de esta civilización y su indiscutible contribución al mundo", dice Henri Loyrette, presidente y director del Museo del Louvre de París.

La pinacoteca francesa, una de las mayores del mundo, abre hoy al público, tras ocho años de obras, las puertas de su octavo departamento: una nueva sala dedicada al arte islámico.

Alberga 15.000 piezas de la colección y 3.400 préstamos permanentes del Museo de Artes Decorativas de Francia, que durante décadas dejó de exhibir gran cantidad de obras por no contar con las instalaciones adecuadas para ellas. Entre esos préstamos hay ejemplos excepcionales de cómo la cultura árabe extendió su influencia artística a lo largo del mundo, desde España a la India.

Menos dinastías y más arte

En un planteamiento simplificado que permite al espectador disfrutar más de los detalles y conceptos artísticos que de la historia de las dinastías y las intrigas políticas y religiosas, la colección atesora obras de sobrecogedora belleza técnica como un recipiente de marfil tallado del año 968 procedente de Córdoba, la escultura medieval iraní que muestra la cabeza de un enigmático príncipe, delicadas piezas de cristal esmaltado de Siria y Egipto, alfombras del siglo XVI, elaboradas empuñaduras de dagas indias del siglo XVII...

"Uno de los mayores retos incluye el entendimiento (...). Nuestra misión es compartir la belleza, la grandiosidad, el interés, la necesidad de conocer el arte islámico. Que los visitantes musulmanes sientan el vínculo con estas colecciones es una posibilidad interesante", apunta Loyrette.

"Un pañuelo de bolsillo"

La construcción, diseñada por los arquitectos Mario Bellini y Rudy Ricciotti, ha costado cien millones de euros y cubre el patio Visconti con una estructura ondulada de cristal y aluminio que recuerda, en palabras de Ricciotti a "un pañuelo de bolsillo". La estructura de triángulos traslúcidos permite que la luz exterior llegue tamizada a la sala superior de las dos con las que cuenta. Bellini define la sensación vaporosa y cambiante de ese efecto como "la sensación mágica de un velo movido por el aire".

Las primeras piezas de arte islámico del Museo del Louvre procedían de la Colección Real. Se llamaba entonces Museo Central de las Artes y lo había bautizado el Gobierno Revolucionario cuando se inauguró en 1793, el mismo año fue ejecutado el rey Luis XVI, poco después de la Revolución Francesa. Con la fascinación de Francia por la cultura árabe en el siglo XIX, impulsada por la incursión de los ejércitos napoleónicos en Egipto y Siria, las adquisiciones se incrementaron considerablemente.

En 1893 ya había una "sección de arte musulmán" en el departamento de Artes Decorativas del museo y a principios del siglo XX, el Louvre era ya un centro de referencia de arte islámico en occidente. Ahora, posee una de las más ricas y celebradas colecciones de arte islámico del mundo y una sala que, por primera vez, es capaz de mostrar ese privilegio.

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