Al menos 62 personas murieron y otras 217 resultaron heridas en una cadena de atentados y ataques armados en las últimas horas en Irak, informó una fuente de la Policía.

El suceso más mortífero se produjo en la ciudad de Al Emara, 370 kilómetros al sur de Bagdad, donde al menos quince personas fallecieron y cincuenta resultaron heridas por el estallido de dos coches bomba, dijo la fuente.

Otro se produjo en Kirkuk, 250 kilómetros al norte de Bagdad, donde al menos ocho personas fallecieron y treinta resultaron heridas por la explosión de un coche bomba cerca de la entrada de un centro de reclutamiento de la Policía.

También en Kirkuk, al menos siete personas perdieron la vida y otras cincuenta sufrieron heridas por el estallido de otro vehículo cargado con explosivos cerca de la universidad, que fue seguido de la detonación de otro artefacto.

A estas explosiones se suma un ataque armado que se cobró las vidas de once personas, entre ellas dos oficiales del Ejército, y causó heridas a ocho soldados contra un puesto de control militar cerca de Balad, 80 kilómetros al norte de Bagdad. La fuente explicó que los atacantes emplearon armas con silenciador y colocaron en el lugar varios artefactos que estallaron cuando llegaron refuerzos militares a la zona.

Además, al menos cuatro civiles murieron y otros seis resultaron heridos por el estallido consecutivo de dos artefactos cerca del consulado francés en la calle Bagdad en el centro de la ciudad de Nasiriya, 350 kilómetros al sur de la capital.

La fuente agregó que otras dos personas perdieron la vida y siete resultaron heridas por la detonación de un coche bomba aparcado en las proximidades del Frente Turcomano iraquí en Tel Afar, 70 kilómetros al oeste de Mosul, en el norte del país.

Un ataque similar en un mercado popular de la zona de Al Quiba, en la localidad de Basora, 560 kilómetros al sur de la capital, ocasionó la muerte de tres personas y heridas a otras diez.

Además de estos atentados otros once artefactos explotaron en distintos puntos del país y causaron la muerte de cinco personas, la mayoría miembros de las fuerzas de seguridad, y heridas a decenas en Kirkuk, Diyala (este) y Salahedín (centro).

Entre esas víctimas se encuentra un coronel de la Policía que perdió la vida junto a uno de sus guardaespaldas por la detonación de un coche bomba al paso de su convoy, cuando se dirigía a un lugar donde se había desactivado otro artefacto en la zona de Al Ishaqui, 90 kilómetros al norte de Bagdad.

Irak ha sido escenario en los últimos meses de un repunte de la violencia con frecuentes ataques dirigidos contra las fuerzas de seguridad, desde la retirada de las tropas estadounidenses en diciembre pasado.

Este mismo domingo. el Tribunal Supremo Penal de Irak condenó a muerte al vicepresidente suní, Tareq al Hashemi, juzgado en rebeldía por delitos de terrorismo, informó la cadena de televisión oficial Al Iraqiya.

Al Hashemi, que se encuentra refugiado en Turquía, estaba inculpado junto a sus guardaespaldas por diversos crímenes, entre ellos los asesinatos de seis jueces, de un director general en el Ministerio de Seguridad Nacional, un oficial del Ministerio del Interior y una abogada.