Cáritas atiende en La Rioja Baja durante el mes de agosto a entre el 40 y el 50 por ciento más de temporeros que en 2011. La entidad, que viene trabajando además desde principios de agosto en una campaña informativa y de sensibilización con los propios trabajadores y con la sociedad en general, advierte de que la necesidad ha aumentado la influencia de los intermediadores ilegales.

En un comunicado, Cáritas ha indicado que desde este mes de agosto, y a pesar de los diferentes llamamientos realizados para que no acudan los temporeros debido a la falta de trabajo, son numerosos los trabajadores agrícolas que se agolpan en las localidades de La Rioja Baja en busca de un jornal en el campo.

En diferentes localidades riojanas como Rincón de Soto o las enmarcadas en la mancomunidad del Moncalvillo se ofrecen servicios de información e intermediación a los agricultores desde el propio ayuntamiento, pero la realidad supera la oferta y cientos de personas se ven obligadas a pernoctar en la calle.

Servicio de acogida

Ante esta situación las Cáritas parroquiales de las diferentes localidades donde se acercan los temporeros están ofreciendo como cada año diferentes servicios de acogida, información y atención básica.

Así, en Alfaro han pasado durante este mes de agosto un total de 167 personas, un 40 por ciento más que en 2011(119 personas), y son datos de tres semanas hábiles. A estas personas se les ofrece de lunes a viernes desayuno y un bocadillo, alimento que una vez a la semana se sustituye por comida caliente en envase. Además se ofrece ropero dos días a la semana para que puedan cambiar su ropa y un vale de ducha diario en el polideportivo municipal.

En Calahorra durante este mes de agosto se han atendido a 120 personas, un 50 por ciento más que en 2011 (80 personas). Se les ofrece servicio de ducha diario y un vale de comida o cena en el comedor de Cruz Roja, ya que el Ayuntamiento de Calahorra tiene distribuido el dispositivo a través de ambas entidades. También se ofrece ropero para que según la necesidad puedan cambiar su ropa. En Rincón de Soto han pasado durante este mes de agosto 46 personas, de las cuales el mayor número eran españoles (19) y el resto de nacionalidades diferentes (10 marroquíes, 10 rumanos, 4 portugueses y 3 africanos), lo que denota el cambio de perfiles también en este sector.

En todas estas localidades queda pendiente de abordar el alojamiento y es usual verlos durmiendo en las calles y parques de los municipios. Sólo el ayuntamiento de Logroño desarrolla un dispositivo de emergencia en coordinación con diferentes entidades, entre las que se encuentra Cáritas, habilitando un polideportivo municipal de manera puntual durante 15 días. La campaña en Logroño y Rioja Alta comienza más tarde, a partir de mediados de septiembre.

Denuncia social

El cada vez mayor uso de la maquinaria frente a la recogida manual ha mermado considerablemente la necesidad de mano de obra en el campo. Esto, unido a la crisis, ha favorecido que las tareas del campo sean cada vez más asumidas por los propios familiares o por trabajadores nacionales o inmigrantes afincados en el entorno y que antes trabajaban en otros sectores.

Ante esta necesidad se acrecienta el número de personas "sin escrúpulos" que utilizan el trabajo de otras personas para enriquecerse o, al menos, ganarse el jornal. Son los denominados intermediadores ilegales.

Para atajar la acción de estas mafias explotadoras, desde Cáritas La Rioja se está realizando una campaña informativa a los temporeros acerca de cuáles son sus derechos y obligaciones. Estos derechos pasan, entre otras cosas, por un salario mínimo (7,46 ?/hora) y alojamiento a cargo del contratador.

Aún así esta campaña "no es suficiente". Los temporeros son conscientes de los riesgos que asumen siendo contratados por los intermediadores ilegales, pero la necesidad "se impone". Es por ello que Cáritas La Rioja solicita también a las autoridades competentes que no cejen en su empeño por erradicar estas mafias que vulneran los derechos de temporeros y agricultores en nuestra región.

Del mismo modo, la entidad lanza el mismo llamamiento a los agricultores para que sean ellos mismos los que contraten a los temporeros a través de las distintas bolsas de empleo repartidas por toda la comunidad (sindicatos agrarios, servicios de los ayuntamientos de Rincón de Soto y mancomunidad del Moncalvillo y las oficinas del Servicio Riojano de Empleo).

La campaña informativa y de sensibilización también se extiende a la sociedad en general, principalmente a los vecinos de aquellas pequeñas localidades a donde llegan los temporeros. Porque un temporero no es un persona sin hogar o un transeúnte. Es un trabajador que, por distintas circunstancias laborales, se ve en la necesidad de salir de su tierra y desplazarse a otras zonas más afortunadas para conseguir su sustento y el de su familia.