Testimonios artísticos del anhelo del ser humano por volar

  • Con ejemplos de Leonardo da Vinci, Goya, Matisse o Paul Nash, una exposición ilustra el deseo de alzar el vuelo con alas artificiales y máquinas.
  • Las 80 obras van del mito a la documentación del desarrollo de la aeronáutica.
  • La muestra contrapone la idealización del pasado con la idea actual de la aeronave como instrumento de guerra.
Grabado de la serie de Goya 'Disparates' (También llamada 'Proverbios'), realizada entre 1815 y 1823
Grabado de la serie de Goya 'Disparates' (También llamada 'Proverbios'), realizada entre 1815 y 1823
Francisco de Goya - © The Trustees of the British Museum
Grabado de la serie de Goya 'Disparates' (También llamada 'Proverbios'), realizada entre 1815 y 1823

Elevarse, tener el control sobre unas alas o un aparato que nos permita despegar los pies del suelo ha sido un ansia constante en la historia de la humanidad.

La galería Compton Verney, situada en una mansión georgiana de Warwickshire (Inglaterra), es hasta el 30 de septiembre el escenario de Flight and the Artistic Imagination (El vuelo y la imaginación artística), una exposición que se detiene en el deseo instintivo del ser humano por volar, desde los tiempos en los que era una fantasía inalcanzable hasta ahora.

Un recorrido por 80 trabajos —entre los que hay obras de Leonardo da Vinci, Francisco de Goya, Henri Matisse y Paul Nash— ofrece un viaje de sueños plasmados en pinturas, esculturas, fotos y material audiovisual sobre el anhelo de trascender las limitaciones físicas.

Ícaro y las guerras mundiales

La exposición reúne varios ejemplos religiosos y mitológicos como el de Ícaro, uno de los más recurrentes en las fantasías artísticas relacionadas con la capacidad de volar. La innovadora versión de Matisse se complementa con las visiones clásicas del mito, como la del célebre grabador holandés barroco Hendrick Goltzius (1558-1617), que muestra al joven hijo de Dédalo cayendo al mar con las alas deshechas tras haberse acercado demasiado al Sol.

Ilustraciones sobre los primeros viajes en globo del aeróstata Charles Green (1785-1870) o las vistas de pájaro intuidas por Leonardo cuando todavía no se podían obtener ese tipo de imágenes explican lo que el ser humano pretendía avistar.

La muestra acompaña estas obras con testimonios visuales sobre máquinas para volar, de la candidez de los logros técnicos como el del Espíritu de San Luis a la oscuridad posterior de las dos guerras mundiales, en las que la aviación se empleó con fines bélicos. La traumática novedad quedó plasmada en obras de Paul Nash, Walter Monnington y Cyril Power. Entre los ejemplos actuales que tratan la cuestión de volar como un tema superado y habitual está la dramática escultura de la escultora Al Johson, una avioneta destruida, hecha en madera y textil, que sigue indagando en la dualidad del avión como arma de guerra.

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