La Diputación Provincial y el Arzobispado de Burgos han firmado esta mañana el convenio de colaboración, correspondiente a la edición de 2012, para la conservación y restauración de iglesias y ermitas en la provincia. El montante total asciende a 600.000 euros, de los que 400.000 euros corren a cargo de la Institución Provincial y el resto, 200.000, de la Diócesis.

El arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, ha mostrado su "gratitud" a la Diputación Provincial por la colaboración que presta a través de este convenio, que sirve para luchar contra las goteras, que son "tan dañinas para nuestro patrimonio como la carcoma", puesto que destruyen "joyas" de gran valor para la Diócesis y la provincia, según ha explicado en declaraciones recogidas por Europa Press.

Gil Hellín ha hecho un llamamiento para que se continúe con este "entendimiento", incluso en estos momentos de crisis económica, cuando tiene "un valor añadido", porque las necesidades son muchas y ya "vamos a contrarreloj". El arzobispo ha insistido en que, a pesar de que esta colaboración se mantiene desde hace 18 años, si se hubiera iniciado antes, las necesidades no serían tantas importantes.

En referencia a la ausencia, por tercer año consecutivo, de la Junta de Castilla y León en la firma de este convenio, el presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, ha asegurado que "cada administración tenemos una estrategia para afrontar los recortes presupuestarios" y el Gobierno Autonómico "ha tomado la decisión de esperar".

Como Diputación, aún no teniendo la competencia por ley que se le otorga a la Junta en materia de Patrimonio, César Rico ve la obligación que tienen para con los alcaldes de la provincia, que piden que se actúe sobre sus iglesias y ermitas. Precisamente, la demanda que hagan los consistorios y la participación de los ciudadanos en la rehabilitación serán dos cuestiones a valorar a la hora de elegir dónde actuar.

César Rico ha reconocido que "las peticiones nos desbordarán" pero, al mismo tiempo, existen "necesidades perentorias" que deberán acometer. La elección de los templos en los que llevar a cabo las restauraciones tendrá también en cuenta su riqueza patrimonial, una riqueza que no es sólo de la iglesia, sino también de todos los ciudadanos, ha insistido el presidente de la Diputación de Burgos.

A las aportaciones de 400.000 euros y 200.000 euros que realizan la Institución Provincial y el Arzobispado de Burgos, respectivamente, se sumarán las de los ayuntamientos y parroquias afectadas, que costearán el 30% de las actuaciones.