Desmantelada una organización de contrabando de tabaco en la Sierra con la detención de 15 personas

La Guardia Civil ha dado por desmantelada la organización "más activa" de contrabando de tabaco de la Sierra de Cádiz con la detención de 15 personas y la incautación de 32.000 cajetillas de tabaco, 55.000 euros, diez vehículos, 15 teléfonos móviles y abundante documentación de contabilidad que evidenciaba el volumen del negocio que desarrollaban.

La Guardia Civil ha dado por desmantelada la organización "más activa" de contrabando de tabaco de la Sierra de Cádiz con la detención de 15 personas y la incautación de 32.000 cajetillas de tabaco, 55.000 euros, diez vehículos, 15 teléfonos móviles y abundante documentación de contabilidad que evidenciaba el volumen del negocio que desarrollaban.

En un comunicado, la Benemérita ha explicado que las detenciones se han desarrollado en el marco de la 'Operación Yankee', que ha desmantelado la trama dedicada al contrabando de tabaco proveniente de Gibraltar. Estaban asentados en la Sierra de Cádiz y contaban con cuatro domicilios —en Villamartín y Coto de Bornos— donde supuestamente se guardaba y vendía.

Ante las evidencias, los agentes realizaron los correspondientes registros domiciliarios, previa autorización judicial. Esta es la segunda vez que la autoridad judicial otorga un mandamiento de entrada y registro para domicilios dedicados a este tipo delictivo.

Detalla que las investigaciones desvelaron que lo que en principio podría parecer un grupo de personas dedicado a vender tabaco a consumidores para sacarse unos euros, se trataba en realidad de una organización perfectamente estructurada y jerarquizada, que realizaba entre dos y tres viajes al Campo de Gibraltar para abastecerse de tabaco, transportando en cada viaje alrededor de 25 cajas de tabaco, es decir, 12.500 cajetillas de distintas marcas comerciales, con un precio en el mercado que oscilaría entre 35.000 y 45.000 euros, lo que supone un volumen de negocio que rondaría los 120.000 euros semanales.

Además de guardar el tabaco para abastecer a compradores intermedios, como establecimientos de hostelería o kioscos, desde estos domicilios se estaba vendiendo tabaco a consumidores finales, lo que ocasionaba un importante trasiego de personas, a pie y en vehículo. Esta circunstancia ocasionaba "importantes pérdidas" para estancos y establecimientos de hostelería legalmente autorizados para la venta de tabaco.

ESTRUCTURA

En el transcurso del operativo, los guardias civiles identificaron al supuesto cabecilla de la organización, el cual se encargaba de organizar, controlar y dirigir todas las transacciones de tabaco. Para dirigir la organización se apoyaba en dos colaboradores principales, los cuales eran los encargados de ejecutar las entregas de tabaco de contrabando.

Estas tres personas formarían la columna vertebral del entramado investigado, realizando en algunas ocasiones directamente las transacciones de tabaco en grandes cantidades para su entrada en los "nidos" de ocultación previamente fijados en la Sierra de Cádiz.

Los agentes constataron como estas personas vivían holgadamente, con viviendas propias, manejando numerosos vehículos y haciendo alarde constantemente en locales públicos de grandes cantidades de dinero, a pesar de no tener ingresos reconocidos.

Asimismo, pudieron observar que los investigados frecuentaban infinidad de establecimientos de hostelería sólo con la finalidad de contactar con los propietarios de los locales para realizar las entregas del tabaco que le solicitaban.

Los integrantes de la organización tomaban importantes precauciones en sus transacciones, como cambiar constantemente de vehículos, utilizar en sus desplazamientos vehículos lanzaderas, emplear coches de alquiler para el transporte de tabaco o realizar labores de vigilancia en los alrededores de los "nidos" de tabaco.

Una vez que se obtuvieron indicios suficientes, se solicitó al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de los de Arcos de la Frontera mandamiento de entrada y registro para tres viviendas en Villamartín y para otra en Coto de Bornos, los cuales fueron autorizados.

En el transcurso de los registros se incautaron de un total de 32.000 cajetillas de tabaco de distintas marcas comerciales, unos 55.000 euros, diez vehículos, 15 teléfonos móviles y abundante documentación de contabilidad. Además, se procedió a la detención de 15 personas por un presunto delito continuado de contrabando, por lo que han sido puestas a disposición de la autoridad judicial.

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