La polémica continúa en torno al deporte y con un marcado tono político. De un lado, las críticas de varios representantes del gobierno central al anuncio de la televisión que, del otro lado, no han querido ser comentadas por los representantes del parlamento catalán y vasco ayer en la presentación del cartel del partido de fútbol Catalunya - Euskadi que se jugará en el Camp Nou el próximo 8 de octubre (18:30 h.) y que tiene el lema "Juntos por la paz".

Además, la polémica será tratada hoy en el Congreso de los Diputados.

Ayer, el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzsky, manifestó que "no hay sido acertado el uso de niños y jóvenes" en el anunció televisivo que promociona las selecciones catalanas.

Lissavetzsky explicó que esta será la posición que el Gobierno expresará hoy por mediación de la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, en la sesión de control que tendrá lugar en el Congreso.

Con el anuncio se desató el lío

En el anuncio se ve a un niño vestido con una camiseta roja (la que viste la selección española) que no deja participar en un partido de fútbol a un niño que lleva la camiseta de la selección catalana.

El secretario de Estado recordó que el presidente del Consell Audiovisual de Catalunya, Josep Maria Carbonell, ha puesto en duda la legalidad del anuncio , aunque este se sigue emitiendo por televisión.

Acepta los amistosos

El político socialista considera que el deporte siempre ha de ser un factor de "integración y unidad" y no de "separación" y ha dicho que de la misma manera que se respeta a las selecciones deportivas autonómicas se ha de respetar al combinado español.

Los presidentes de los parlamentos vasco y catalán aspiran a jugar un partido oficial

Ninguno de los dos presidentes hizo referencia, sin embargo, al anuncio del partido que ha elaborado la Plataforma Pro Selecciones Catalanas y que provocó la reacción del Partido Popular.

Ernest Benach e Izaskun Bilbao únicamente procedieron a posar junto al cartel oficial del encuentro del 8 de octubre, aunque admitieron un objetivo reivindicativo de oficialidad de ambas selecciones.

Bilbao explicó que "las selecciones vasca y catalana significan sentimiento", algo que los políticos, entre los que se incluyó, tienden, según su opinión, "a convertir en conflicto". A continuación, Ernest Benach se refirió en su análisis del partido a "dos países deportivos".