Carlos y Camilla ya son marido y mujer

No hubo ni beso ni abrazo en público, pero el príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles salieron el sábado del ayuntamiento de Windsor tomados del brazo y convertidos en marido y mujer, el sueño de su vida.
Recién casados
Recién casados
Recién casados

El triunfo de un romance de décadas

Con ese pequeño pero significativo gesto, Carlos y Camilla, separados por el rigor protocolario en tantos actos oficiales, confirmaron al mundo el triunfo de un amor que ha sobrevivido más de treinta años a todo tipo de presiones.

El heredero al trono, de 56 años y ataviado con chaqué, y la nueva duquesa de Cornualles, de 57 y rutilante con un elegante vestido color perla (calificado de "absoluto éxito" por todos los expertos de la moda), formalizaron su amor en una ceremonia civil celebrada en el ayuntamiento de Windsor (afueras de Londres).

Fue un final feliz para ellos en una historia marcada durante años por el "fantasma" de la difunta princesa Diana de Gales, ex esposa del príncipe.

Aplausos y protestas

Tras 35 años de relación, Camilla Parker Bowles ha pasado de ser una persona normal y corriente a convertirse en la segunda mujer en categoría de la familia real tras la reina.

Miles de seguidores de estos acontecimientos hicieron ondear banderas y aclamaron a los recién casados cuando salieron del brazo del ayuntamiento.

'Muchas gracias', dijo Carlos, visiblemente emocionado, a la multitud, según pudo leerse en sus labios, mientras que Camilla, vestida con un abrigo de seda color marfil que cubría un vestido de gasa, resplandecía de felicidad.

El heredero al trono, una vez unido al amor de su vida, espera ahora que los británicos, que tanto adoraron y aún veneran a la difunta princesa Diana, aprendan a aceptar a su esposa.

'Se merecen algo de felicidad y realmente hacen muy buena pareja', dijo la canadiense Jane Handa, con una bandera británica en la mano. Uno de las presentes portaba un cartel en el que podía leerse: 'Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra'. Sin embargo, en medio de los gritos de alegría, un pequeño grupo de personas proclamaba con una pancarta: 'Ilegal, inmoral, vergonzoso'.

Bendición religiosa y perdón

A la boda civil en el Ayuntamiento de Windsor, sólo acudieron 30 invitados. La Reina Isabel no asistió a esta ceremonia.

Más tarde, los recién casados fueron bendecidos por el arzobispo de Canterbury en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, frente a 700 invitados y, ahora sí, la Reina Isabel II. La pareja, además, pidió perdón por sus pecados y leyó un pasaje del "Libro de la Oración Común" de 1662 que afirma: "Seriamente nos arrepentimos, y de todo corazón pedimos perdón por nuestros pecados".

Tras la bendición, Camilla Parker fue retratada, por primera vez, junto a la Reina Isabel II, después de dos años de relación tirante entre ambas.

Chaqués oscuros y pamelas

Tal y como manda la tradición, las mujeres acudieron a la boda vestidas de corto y con pamelas o tocados. Reinaron los tonos pasteles. Ellos, con chaqué, en tonos azules, grises o negros.

Camilla lució un elegante vestido en tono blanco perla de Robinson Valentine para su enlace. Se trataba de una prenda "sobria y elegante" a media pierna con abrigo a juego, además de pamela y bolso de mano. Todas las cadenas de televisión lo elogiaron. Camilla "estaba simplemente preciosa".

Para la ceremonia religiosa eligió un vestido largo azul plateado en seda con bordados dorados, de estilo medieval, que acompañó con un tocado de plumas y un ramo de lilas.

La recepción, en las Residencias Reales

Los miembros de la realeza inglesa, unos pocos príncipes extranjeros, políticos, artistas y familiares, además de amigos de los contrayentes, se reunieron en los impresionantes salones del castillo de Windsor, donde degustaron canapés y sandwiches de salmón ahumado y de carne de venado asada con grosella de Balmoral.

La tarta nupcial, que Carlos cortó con un sable naval que perteneció a su abuelo, fue elaborada con frutas de cultivo biológico, como corresponde a la gran afición que el príncipe de Gales tiene por este tipo de agricultura.

Luna de miel

El príncipe Carlos y la ahora duquesa de Cornualles descansan ahora en la mansión Birkhall en Escocia, donde permanecerán durante 15 días.

  • FOTOGALERÍA: ceremonia religiosa
  • La ceremonia: minuto a minuto
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