IU-Verdes tacha de "acto simbólico" el asalto a un supermercado en Écija y lamenta "doble rasero" legislación

El portavoz de la Presidencia de IU-Verdes, José María Ortega, ha tachado este viernes de "acto simbólico" el asalto a un supermercado en la localidad sevillana de Écija ocurrido el pasado día 7 y protagonizado por miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT).

El portavoz de la Presidencia de IU-Verdes, José María Ortega, ha tachado este viernes de "acto simbólico" el asalto a un supermercado en la localidad sevillana de Écija ocurrido el pasado día 7 y protagonizado por miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT).

A su juicio pone de manifiesto "hasta que punto existe en nuestra sociedad un doble rasero que hace que se den situaciones tan paradójicas e injustas como que los que han perpetrado el atentado económico que nos tiene en la ruina", en referencia a aquellas personas que han especulado o a la gestión de diversas cajas, ha señalado, "y se vayan de rositas y disfruten de un plácido y cómodo verano rodeados de moqueta".

Mientras, ha continuado a preguntas de los medios tras una rueda de prensa, otras personas que han realizado un acto simbólico, que tiene más que ver con una llamada de atención, "se les acusa de robar unos kilos de arroz y vayan a pasar varios días en la cárcel".

"Esto pone de manifiesto el doble rasero y hasta qué punto se está volcando la legislación en dejar que los responsables de la crisis se vayan de rositas mientras que quienes denuncian las contradicciones e injusticias que está generando esta crisis, sufren las consecuencias de un exceso de celo por parte de la normativa", ha insistido portavoz de la Presidencia de IU-Verdes.

Es un acto simbólico, ha agregado, "que hay que poner en el contexto de que hay millones de personas en España que están por debajo del umbral de la pobreza", pues, según Unicef, hay un 17 por ciento de la población infantil española que, a día de hoy, "no tiene garantizada una alimentación adecuada por la situación económica de sus padres".

Ortega entiende que este acto de "resistencia pasiva y pacífica" llame la atención y pueda generar opiniones contrapuestas, pero, ha concluido, "pone el acento sobre la injusticia social", y por lo tanto tiene la importancia que tiene como acto "reivindicativo y simbólico", pero, "desde luego no es un acto criminal".

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