Las conclusiones que se sacan sobre nuestro aspecto, la fama, la ambición por ser alguien... Aunque la obsesión es internacional, California (EE UU) es el paraíso de la imagen y las taras individuales que tiene todo ser humano sobre el físico se acentúan en ciudades como Los Ángeles, influida por la presión de Hollywood.

El Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA) combina el trabajo de dos fotógrafos que examinan con el retrato la condición frágil del carácter del ser humano y la resistencia de la individualidad en una sociedad que nos empuja a tener el mismo ideal de belleza.

Con cerca de 75 imágenes, una animación y una instalación de vídeo, los trabajos de los estadounidenses Katy Grannan (1969) y Charlie White (1972) se reúnen en la exposición The Sun and Other Stars (El Sol y otras estrellas), en cartel hasta el 14 de octubre, un canto a la personalidad, una muestra de que el retrato se adapta para revelar las preocupaciones actuales.

En la serie Boulevard (Bulevar) Grannan utiliza el retrato para rescatar la individualidad de la oscuridad. Sus protagonistas anónimos, transeúntes llamativos de las calles de Los Ángeles y San Francisco, posan ante una pared de estuco bañada por el sol californiano: mujeres mayores y de una elegancia extravagante, un personaje andrógino acariciando un gazapo, un hombre de mirada melancólica con el cuerpo y parte del rostro tatuados...  La fotógrafa muestra el desfase entre realidad, deseos y aspiraciones que se produce en sus modelos, que comparten su imagen con llaneza, sin miedo a resultar incomprendidos.

Las adolescentes que retrata White representan lo contrario. En una edad dominada por las opiniones externas y los complejos, el fotógrafo explora la homogeneidad de las niñas de entre 13 y 16 años, clónicos de "chica californiana" que prestan atención a los cánones de belleza impuestos por la moda y buscan acercarse a la imagen que mas se identifique con la adolescente ideal.

La muestra se completa con una colección de objetos relativos a la cultura de masas propiedad de Charlie White y una animación —también suya— sobre la obsesión de la juventud por grabar la vida en una cámara. The Believers (Los creyentes) de Katy Grannan, el otro vídeo de la muestra, lo protagonizan tres chicas que narran historias supuestamente ficticias de ambición y moda, que se confunden con sus personalidades.