Las ‘reinas’ del campo

La cantera de árbitras de Sevilla la forman 21 mujeres. Igual que los chicos, entrenan cuatro veces a la semana.
Una heroína. Para sus compañeras, María Paz Palomino es una de las mejores. Pita en preferente.(Kako Rangel)
Una heroína. Para sus compañeras, María Paz Palomino es una de las mejores. Pita en preferente.(Kako Rangel)
Una heroína. Para sus compañeras, María Paz Palomino es una de las mejores. Pita en preferente.(Kako Rangel)
Llevan la pasión por el fútbol en la sangre y conocen su jerga. También pitan fueras de juego y penaltis, sacan tarjetas amarillas y rojas, llevan pantalones cortos y sufren los mismos insultos y tensiones en el campo que sus compañeros del sexo masculino. Ellas son árbitras colegiadas…

Sevilla cuenta ya con una incipiente cantera de mujeres que arbitran partidos en distintas categorías. «De los 600 árbitros que hay inscritos en Sevilla, 21 son chicas. Tienen entre 17 y 28 años, estudian y trabajan», explica José Luis Pedroso, delegado provincial del Colegio de Árbitros de Andalucía. La mayoría de ellas pitan en fútbol sala y, de momento, sólo ocho lo hacen en fútbol once. En éste, dos chicas han llegado a la categoría más alta, regional preferente. «El trato igualitario es un componente básico», dice Pedroso. Por eso entrenan igual que los chicos: cuatro veces a la semana.

«Hoy lo ven normal»

Para tranquilidad de las chicas, poco a poco la afición sevillana se acostumbra a ver árbitras y auxiliares en el campo. «En los primeros partidos, el público se reía y me preguntaban si era la novia del árbitro. Hoy ya cuando te ven  dicen ¡Una más! Ya lo ven normal», explica Tatiana Rivera (20 años), de primera provincial. Eso sí, cuando le preguntamos si les insultan, todas coinciden: no se libra ninguna. «Te llaman de todo, además se creen que por ser mujer lo que pitas tiene menos validez», dice Vanesa (23 años), que es portera y juez de línea. Tatiana Rivera (20 años), de regional preferente, añade: «A la hora de insultarte, te gritan lo que quieren, pero a la hora de pegarte, se abstienen, ¡menos mal!».

Eso lo aguantan. Lo que no soportan, dicen, es el machismo que aún existe entre cierta parte del público: «Es triste que haya gente que te diga ¡Vete a fregar, que es lo tuyo!, y más triste si la que lo hace es una mujer», lamenta María Paz Palomino, una de las dos chicas de regional preferente. «Mi padre no ha visto aún ni uno de mis partidos porque me dicen cosas muy feas», confiesa. Su técnica es hacer oídos sordos «porque en el campo me siento una más».

A las chicas que quieran ser árbitras María Paz les dice «que lo intenten. Que esto no es un mundo de hombres, como algunos todavía nos quieren hacer ver».

Potenciando el fútbol femenino

Vanesa Moya asegura que no tienen miedo a intentarlo porque se sienten apoyadas: «Desde el colegio de árbitros andaluz se está intentando potenciar el fútbol femenino. Ahora están llegando más chicas. Nos apoyan más». Coincide con ella el delegado provincial del colegio de árbitros, J. Luis Pedroso: «Esto va en auge. Lo mismo que hay más mujeres jugando, hay más arbitrando».

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