La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Valladolid ha aprobado la adecuación de los horarios de la jornada laboral de los trabajadores del Ayuntamiento y de las fundaciones municipales a la jornada general del sector público, fijada en las Ley 2/2012 de Presupuestos Generales del Estado.

Según han informado fuentes municipales en un comunicado, este cambio supone la suspensión de las correspondientes cláusulas del acuerdo y convenio firmados, de forma que la ampliación de jornada se mantendrá hasta que sea derogada por el Estado.

Así, desde su entrada en vigor el 2 de julio, se establece una jornada laboral de 37,5 horas semanales para todo el personal municipal, ya sea laboral o funcionario, medida que afecta a un total de 2.664 empleados públicos, de los cuales 1.295 son funcionarios y 1.369 son laborales.

Según las mismas fuentes, la aplicación al personal del Ayuntamiento de Valladolid de la ampliación de jornada fijada por el Estado ha sido objeto de negociación con los representantes de los trabajadores, y han recordado que la ampliación semanal en dos horas y media más a los empleados públicos ya se aplica a los trabajadores estatales desde enero, cuando entró en vigor el Real Decreto-ley 20/2011, de 30 de diciembre, e igualmente desde abril es aplicable a los empleados públicos de la Comunidad Autónoma de Castilla y León.

Igualmente, la Junta de Gobierno reunida esta mañana en sesión ordinaria bajo la presidencia del alcalde, Francisco Javier León de la Riva, ha acordado que la nueva jornada semanal se pueda realizar de forma flexible con carácter general por el personal en horario de mañana, entre las 7.30 y las 15.30 horas, aunque será obligatoria la presencia en los puestos de trabajo desde las 8.30 hasta las 14.30 horas.

Otros colectivos como policías, bomberos, personal de limpieza o de jardines tendrán una jornada que se desarrollará en otros horarios específicos, si bien también se verán ampliadas y han obligado a la elaboración de nuevos calendarios laborales.

Este horario de carácter general permite un margen de flexibilidad en su cumplimiento durante la mañana "superior al que existía con anterioridad" y permite compatibilizar la obligatoria aplicación de la nueva jornada ampliada con la conciliación de la vida familiar y laboral, y todo ello sin que se produzca incremento de coste alguno para las arcas municipales.