Fruela Hoteles abre su segundo hotel en Oviedo, Princesa Munia Hotel & Spa, cuatro estrellas superior. El nuevo establecimiento viene a completar la oferta hotelera que la marca asturiana venía ofreciendo en el Hotel Fruela. Sus instalaciones ofrecen un centro estético de última generación con spa urbano a pie de calle.

El Hotel Princesa Munia cuenta con 23 habitaciones, destinadas a ofrecer un alojamiento basado en la calidad, comodidad confort y el diseño, de la mano éste de la prestigiosa decoradora asturiana, Mamen de la Concha.

Equipadas con wi-fi gratuito, internet en TV, o un especial sistema de descanso 'sueños celestiales', dos suites con salón y una tercera junior suite que además incorporan, chimenea, bañera hidromasaje duo, ducha con sistema 'rain shower' y productos de acogida de Chopard.

Cuenta además con salones multifunción, totalmente equipados para diferentes eventos, con capacidad de hasta 50 personas. El proyecto se completa con el Munia Total Beauty Center, un centro estético abierto a toda la ciudad y no sólo al cliente del hotel, que incorpora las últimas tecnologías en tratamientos de belleza y estéticos como el Indiba, radiofrecuencia utilizada por la selección española de fútbol, presoterapia de Ballancer, Láser Lipolítico Adipoligth o como la cavitación o el V-MAT en el tratamiento contra la celulitis.

Está a su vez equipado con un Spa Urbano que completa su oferta y lo convierte en el único centro de estética con piscina y tratamientos de hidroterapia en la ciudad, que cuenta con: Chorros lumbares, volcán plantar, camas flotantes, camillas calefactadas con lámpara de cromoterapia, ducha tropical, ducha de contrastes, baño turco y sauna finlandesa, todo ello en un entorno exclusivo y de relajación.

Princesa Munia Hotel & Spa tiene una temática relacionada con la monarquía asturiana, y con el origen de la ciudad de Oviedo. Con un marcado carácter femenino es una oda a la mujer del Rey Fruela (erigió la basílica de San Salvador), Munia. En todo el edificio el huésped puede encontrarse alegorías y elementos de la Basílica, como homenaje a la historia de la princesa que luego fue reina y a la vez madre de monarquía asturiana más influyente.