Cantabria ampliará este año el catálogo de actividades empresariales que podrán iniciarse con trámites administrativos más simples, gracias al Real Decreto de 25 de mayo que elimina licencias previas de apertura para los establecimientos comerciales de menos de 300 metros cuadrados así como la licencia de obras de acondicionamiento siempre que no requieran redacción de proyecto y que se sustituye por una declaración responsable. Además, permite a las comunidades autónomas extender esta norma a otros negocios así como el umbral de superficie máxima.

La región es partidaria de que ese catálogo sea "lo más amplio posible" y que afecte a un mayor número de actividades, algo que acometerá -a través de decreto o de una ley- de forma "rápida", "lo antes posible" -previsiblemente antes de que finalice el presente ejercicio- porque la situación económica "no permite demoras".

Así lo ha dicho a los periodistas el consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio del Gobierno autonómico, Eduardo Arasti, tras una primera reunión con el grupo de trabajo formado para la simplificación de trámites administrativos para la apertura de nuevos negocios y en la que ha participado la directora general de Comercio y Consumo, Ana España, así como miembros de Ceoe-Cepyme, cámaras de comercio de Cantabria y Torrelavega, Fediscom, Coercan, de la Universidad de Cantabria (UC), la Federación de Municipios (FMC) y representantes de los ayuntamientos de Santander, Torrelavega, Camargo y Castro Urdiales.

Esta iniciativa, ha subrayado el consejero, no solo permitirá reactivar y dinamizar la economía, sino también el mercado laboral, ya que, como ha destacado, la actividad comercial representa el 8% del PIB regional, mientras que el empleo en el sector alcanza el 17%, al sumar el comercio minorista más de 40.000 puestos .

Así, la eliminación de trabas permitirá abrir antes comercios y otros negocios, lo que repercutirá en la economía y el empleo, ha recalcado Arasti. Ha señalado al respecto que en la actualidad los trámites previos a una apertura pueden suponer "importantes dilaciones" de entre seis meses y dos años.

"Se pone fin a un proceso burocrático con un sistema de licencias municipales de apertura de comercios que estaba en vigor desde 1955", ha manifestado el titular de Comercio, para indicar que según la OCDE (Organización Cooperación Desarrollo Económico) España es el segundo país de Europa donde más trámites se requieren para abrir una empresa, de ahí la necesidad de eliminar trabas que impidan el inicio de actividades empresariales.

"No estamos en una situación de privilegio", ha opinado, para exponer a modo de ejemplo que para un comercio de 50 metros cuadrados el sobrecoste derivado de las demoras de apertura se traducen entre 50.000 y 132.000 al año, dependiendo de la ciudad y zona de ubicación, al no poder abrir pero sí tener que pagar el alquiler o las cuotas de la hipoteca.

Por todo ello, el Gobierno de Cantabria se propone extender la eliminación de la licencia previa de apertura a aquellas actividades comerciales y servicios que no tienen un impacto susceptible de control previo, motivados en la protección del medio ambiente, de la seguridad o de la salud pública. La flexibilización se extiende a las obras de acondicionamiento de los locales que no requieran de la redacción de un proyecto de obra.

Con este fin, el Ejecutivo promoverá un modelo de comunicación previa y declaración responsable tipo con objeto de que faciliten la cooperación administrativa, así como el desarrollo de una ordenanza tipo en materia de licencias municipales.

El grupo de trabajo analizará igualmente cualquier iniciativa que tenga por objeto impulsar la simplificación de trámites administrativos con carácter general, para así fomentar la iniciativa empresarial y crear empleo.