De la Riva solicita al Principado un plan de persuasión y negociación con el medio rural para evitar incendios

El fuego calcinó 5.996 hectáreas más en los 1.793 incendios en 2011 con respecto a los 1.862 en 2010
Joaquín De La Riva
Joaquín De La Riva
EUROPA PRESS
Joaquín De La Riva

El fiscal especial de Medio Ambiente y Urbanismo del Principado de Asturias, Joaquín de la Riva, ha solicitado al Principado "acciones de persuasión y negociación" con el mundo rural para adelantarse a los acontecimientos y evitar así muchos incendios forestales.

Así de conciso se ha mostrado este miércoles el fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo del Principado durante la presentación de la Memoria de 2011 relativa a su departamento.

De la Riva en este sentido ha señalado que la tragedia medioambiental sufrida el pasado mes de octubre en el que hubo 415 incendios y se quemaron 7.475 hectáreas, lo que supuso el 54 por ciento de toda la superficie quemada durante todo el año debido a las escasas precipitaciones en el mes de septiembre "pudo haberse evitado en gran parte de haber adoptado medidas preventivas".

Durante el año 2011 se produjeron en Asturias 1.793 incendios, frente a los 1.862 fuegos del año 2010, es decir, 69 incendios menos que el pasado año, ahora bien, la superficie afectada por el fuego ascendió en 2011 a 13.992 hectáreas frente a las 7.996 del pasado año, es decir, 5.996 hectáreas más que en el año 2010. Los meses en los que hubo más incendios forestales, fueron abril con 430 y el mes de octubre con 415 incendios.

El año 2011, en materia de incendios forestales, viene marcado por la ola de incendios ocurrida en el mes de octubre en el que hubo 415 incendios y se quemaron 7475 hectáreas, lo que supone en un solo mes, el 54 por ciento de toda la superficie quemada durante todo el año. Especialmente graves fueron el incendio ocurrido en la zona de Valledor, en el concejo de Allande, que calcinó 2.165 hectáreas, siendo el mayor incendio ocurrido en Asturias en las últimas décadas.

Y el incendio de La Artosa, en el concejo de Cangas de Narcea, que calcinó 1.238 hectáreas del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, en el interior de una Reserva de la Biosfera, en el interior de un LIC y una ZEPA y en un área crítica del oso pardo cantábrico.

Ambos incendios fueron investigados por la BRIPA Suroccidental estableciendo la misma, siguiendo una metodología homologada, que la causa inicial de los mismos es la de "incendios provocados por pastores o ganaderos para regenerar y favorecer el nacimiento del pasto".

Alternativas a la quema

Ello viene a confirmar, una vez más, según ha apuntado De la Riva, lo que la Fiscalía viene denunciando desde hace años, y es que la motivación principal de los incendios forestales en Asturias son las quemas de algunos ganaderos dirigidas a crear pastos y eliminar maleza del monte, prendiendo fuego en zonas de vegetación compuesta normalmente por escobas, brezo, helecho y tojo, sin contar con la preceptiva autorización administrativa y despreciando el importante papel ecológico que cumple dicha vegetación.

Desde la fiscalía proponen alternativas al uso del fuego para crear pastos como la roturación y mantenimiento de pastizales por los montes, los desbroces de matorrales y monte bajo y la realización de quemas controladas.

"También parece fundamental extremar la vigilancia de los montes, allí donde se sabe que todos los años, de manera casi inexorable, se va a prender fuego, teniendo en cuenta que existen altas probabilidades de localizar al autor si la vigilancia se realiza en determinadas fechas y épocas del año en que concurren unas concretas condiciones meteorológicas, coordinando operaciones de vigilancia en las que intervengan la Guardería del Medio Natural y agentes de la Guardia Civil", señala la memoria.

27 INVESTIGACIONES

En el apartado de los incendios forestales, De la Riva destaca que a la Fiscalía le fueron remitidas en el año 2011, desde la Consejería de Presidencia, 27 investigaciones sobre causalidad de incendios forestales, realizadas por las BRIPAS (Brigadas de Investigación de causalidad de incendios forestales del Principado de Asturias).

Las mencionadas Brigadas están compuestas por un bombero y dos investigadores de causas de incendios forestales, miembros de la Guardería del Medio Natural y que revisten la condición de Agentes de la Autoridad. Existen cuatro BRIPAS, cada una de las cuales tiene asignada un área de actuación, repartiendo el terreno asturiano en cuatro zonas: Centro, Noroccidente, Suroccidente y Oriente.

La Fiscalía de Medio Ambiente ha formulado, en el año 2011, 11 denuncias, contra personas determinadas, ante los órganos judiciales competentes, por incendios forestales ocasionados en Siero, Morcín (2), Grado (3), Caso, Las Regueras y Peñamellera Alta, Llanes y Cangas de Onís.

Nueve de esas denuncias se basaron en los informes de las BRIPAS y las otras dos denuncias en base a dos informes de la Guardería del Medio Natural.

Respecto a las acusaciones formuladas por el incendio forestal , la Fiscalía de Medio Ambiente de Asturias, formuló durante el pasado año 2011, 14 acusaciones por delito de incendio de monte o masa forestal.

Juicios celebrados

Durante el año 2011 se han celebrado en Asturias 14 juicios por delito de incendio forestal, dictándose 11 sentencias condenatorias y tres absolutorias.

De las sentencias absolutorias el fiscal ha destacado la que se dictó en el juicio celebrado ante un Jurado Popular contra quien, según las investigaciones llevadas a cabo por el SEPRONA y la BRIPA, en el mes de septiembre de 2008, ocasionó de forma intencionada varios incendios dentro de la Reserva de la Biosfera de las comarcas del Eo, Oscos y tierras de Burón. La acusación se basaba en numerosa prueba indiciaria que, sin embargo el Jurado no consideró suficiente para acreditar la autoría del acusado.

Por este motivo, desde la Fiscalía insisten, una vez más, en la oportunidad de retirar de la competencia del Tribunal de Jurado el delito de incendio forestal doloso, "pues la experiencia de estos años ha demostrado la dificultad de obtener condenas basadas en la prueba indiciaria, que es habitualmente con la que se cuenta en un delito que se comete en zonas apartadas, e incluso de noche, siendo muy difícil contar con testigos directos".

"Es extremadamente complejo transmitir a personas legas en Derecho que los indicios, siempre que sean plurales y estén acreditados pueden mediante un razonamiento deductivo lógico llevar a la condena de una persona aunque nadie la haya visto cometer el delito o no existan pruebas directas de otro tipo", señala De la Riva.

Por otro lado, el delito doloso de incendio forestal suele llevar peticiones de pena privativa de libertad que van a suponer el ingreso en prisión, lo que hace que los miembros del Jurado sean reacios a emitir un veredicto de culpabilidad basado exclusivamente en prueba indiciaria.

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