El Juzgado de lo Penal número Cuatro de Santander ha condenado a un año de prisión para un hombre por agredir a un médico y a una enfermera de una UVI móvil de emergencias que habían acudido a su casa para prestar asistencia sanitaria a su padre atendiendo a su llamada.

El equipo médico del servicio Cántabro de Salud (SCS), del que también formaba parte un técnico sanitario, llegó al inmueble, situado en la calle Madrid de Santander, donde les recibió el acusado, Fidel H.C., con frases como "hijos de puta", "si mi padre se muere os voy a matar" o "mirar a qué hora llegáis, lo que habéis tardado", a la vez que propinaba varios golpes a la ambulancia.

El hombre mantuvo esa actitud "irrespetuosa" durante todo el trayecto que realizaron los tres profesionales sanitarios por las escaleras del inmueble, desde el portal hasta el cuarto piso, donde se encontraba el paciente, propinando continuos golpes sobre la balaustrada de la escalera.

A la altura del segundo piso, el acusado propinó un fuerte golpe a ala enfermera que subía por la escalera detrás de sus dos compañeros, provocando que la agredida se golpeara a la altura de la zona costal contra el pasamanos de la escalera.

Una vez dentro de la vivienda, el agresor continuó con su actitud, lo que obligó al equipo médico, ante el temor de volver a ser objeto de otra agresión y para poder atender al paciente, a encerrarse en una habitación junto a éste último. Acto seguido, llamaron a la Policía Nacional.

A consecuencia de la agresión, la enfermera sufrió una contusión con eritema en el brazo izquierdo y una contusión en el hemitórax, de las que tardó en curarse dos días no impeditivos para sus ocupaciones habituales.

El juez considera al acusado responsable de un delito de atentado por el que le impone un año de prisión, así como de una falta de lesiones, penada con una multa de 360 euros. Además, deberá indemnizar a la víctima con 58 euros en concepto de responsabilidad civil.