En España se la conoce por ser la angulosa musa del cineasta Lars Von Trier, con quien trabajó en las películas  Anticristo y Melancolía. Hija del cantautor francés ya fallecido Serge Gainsbourg y de la intérprete británica Jane Birkin —pareja responsable de uno de los orgasmos musicales más célebres de la historia—, Charlotte Gainsbourg visita ahora Madrid, rockera y encuerada, para demostrar sus dotes para la canción. La vocalista presentará su disco Stage Whisper acompañada del compositor y cantante neozelandés Connan Mockasin en el Teatro Circo Price y en el marco de Los Veranos de la Villa.

¿Es más fácil ser cantante habiendo sido actriz?

Es más difícil. Mucha gente duda de que una actriz pueda dedicarse de forma legítima a la música.  En Francia, por ejemplo, sientes que eres cuestionada todo el rato. Tienes que demostrar una y otra vez que te tomas en serio la música y que no has grabado un disco por puro capricho. No quiero decir que la música sea lo más importante en mi vida, pero sí ha formado parte de ella desde que era pequeña. Debuté con mi padre cantando a los 13 años, para mí es algo natural.

Es hija de Serge Gainsbourg y Jane Birkin, ¿qué hay de genético en su profesión?

(Risas) No creo que sea hereditaria. Mi padre tenía un gran talento, pero desgraciadamente la genialidad no es algo que se transmita por los genes de padres a hijos. Sin embargo, el arte formó parte de mi cultura, y eso se aprende: desde niña he visto a mis padres disfrutar con su trabajo. Mi abuela fue actriz y yo me divertía jugando a encarnar diferentes personajes. Mi padre se pasaba el día escuchando música. ¡Algunas veces la ponía tan alta que llegó a venir la policía!

¿Es frustrante para un hijo no poder ser más rebelde que sus padres?

Nunca me lo he planteado... En realidad, nunca he sido de naturaleza rebelde. Tampoco creo que mis padres lo fueran, más bien les gustaba pasarlo bien, hacer lo que les apetecía en cada momento. El tema Ja T'Aime Moi Non Plus (la canción en la que ambos simulan un orgasmo) buscaba la provocación, pero también la diversión. Recuerdo que cuando era pequeña vi muchas revistas en las que mi madre aparecía desnuda. Sin embargo, nunca tuve la sensación de que hubiera hecho algo que me avergonzara. Todo fluía con naturalidad. 

¿Qué le da a usted la música que no le ha dado el cine?

Libertad: en la música puedo tomar la mayor parte de las decisiones y me responsabilizo de todo el proceso. En el cine, uno se pone en manos de un director. Es él quien, cuando toca la promoción de una película, tiene más que decir. Aquí hay un terreno enteramente mío, es mi proyecto y es maravilloso poder desarrollarlo. Me hace disfrutar mucho. 

¿Cómo una mujer tan tímida como usted puede lidiar con su profesión?

Ya no lo soy tanto como cuando era pequeña, he ido superándolo con el tiempo. Aún así, todavía los nervios me han hecho sentirme incómoda al subirme a un escenario para ofrecer un concierto. Curiosamente, tanto en el mundo de la interpretación como en la música hay muchos tímidos. ¡Son profesiones de tímidos! Yo también lo soy, aún... Odio la timidez. Intento que no me paralice.

¿Qué ha ocurrido entre sus temas 'Heaven can wait' y 'Terrible angels'? Suenan muy diferentes.

Han transcurrido unos tres años entre uno y otro. Heaven can wait pertenece al álbum IRM. En 2007 sufrí una hemorragia cerebral y esa experiencia inspiró en parte aquel trabajo en el que participaba Beck, principal compositor de los temas.

¿Y su último trabajo, Stage Whisper?

Stage Whisper es un álbum en directo, pero también contiene cortes nuevos que hablan de futuro. Ahora la música me llega de una forma mucho más fácil, gracias entre otras cosas a la experiencia, y al enfrentarme a este trabajo tenía mucho más claro qué quería que en ocasiones anteriores. En cuanto al single Terrible angeles, mi deseo era sonar menos susurrante y más energética y chillona, más aguerrida. Y me ha gustado.

¿Cómo será su directo en Madrid?

Saldré con el compositor y cantante neozelandés Connan Mockasin. ¡Espero que el ambiente sea muy positivo! El artista invitado de la velada será François & The Atlas Mountains.

Nació en Londres en 1971. Es hija de Serge Gainsburg y de Jane Birkin. Vive junto a Yven Attal, actor y director, con quien tiene tres hijos. Ha participado en una treintena de películas y ha publicado cuatro discos en solitario.