El Consejo Regulador Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte ya se está certificando las primeras Picotas con el sello identificador de la DO Cereza del Jerte.

Según el presidente del consejo regulador, José Fernández, "la cosecha este año tiene una calidad excelente", aunque, ha explicado, debido a la climatología de la primavera "esta cosecha será de menor cantidad que en otras ocasiones".

Pese a todo, las previsiones son que se alcancen "los 8 millones de kilos de cerezas protegidas" por la Denominación de Origen Protegida", ha estimado Fernández.

La DOP ha informado en nota de prensa que a la hora de comprar Picotas "hay que tener cuidado de no consumir cerezas a las que les han arrancado el pedúnculo con la intención de que parezcan picotas".

De esta forma, asegura, "se hace una herida a la fruta por la que pueden llegar gérmenes" y por ello las auténticas Picotas del Jerte llevan "el sello identificador de la DOP Cereza del Jerte".

La Picota es una variedad de cereza originaria del Valle del Jerte que destaca "por su dulzor, textura y sabor", ya que maduran "durante más tiempo en los árboles" y se caracterizan porque "son las únicas que se desprenden sin su pedúnculo o rabito que queda en el árbol de forma natural durante la recolección manual".

La Picota tiene "menor tamaño que la cereza y un color muy especial rojo oscuro o incluso púrpura" y en cada fruta se concentra propiedades beneficiosas para el organismo, siendo un complemento nutricional idóneo para todas las edades, según la denominación.

El cultivo que se lleva a cabo en el Valle del Jerte, según la denominación, multiplica las propiedades y los beneficios que este fruto aporta al organismo, entre los que se encuentran "depurativo, y antioxidante, saciante o antinflamatorio".