Temen que su barrio se convierta en una gigantesca ciudad mortuoria y están dispuestos a evitarlo a toda costa. Por eso, los vecinos de Carabanchel Alto se han movilizado en protesta contra el inmenso crematorio que la Empresa Mixta de Servicios Funerarios —dependiente del Ayuntamiento de Madrid— está a punto de terminar dentro del Cementerio Sur.

"Estaba proyectado en Las Tablas, pero al final ha terminado aquí. Como si no tuviéramos suficiente con el Tanatorio y el Cementerio Sur, el tanatorio privado de la M-40 y otro que se hará en la avenida de los Poblados. Es verdad que son servicios, pero habría que distribuirlos mejor y ponerlos fuera de los núcleos urbanos, no convertir esta zona en la ciudad de los muertos", explican los vecinos, que han decidido manifestarse desde la calle de Secoya (esquina con la avenida de los Poblados) hasta el crematorio.

Los vecinos no solo temen que el humo del crematorio pueda ser nocivo para la salud, sino que están seguros de que el proyecto no es legal.

La plataforma vecinal ultima la denuncia que presentará ante la Fiscalía de Medio Ambiente por las presuntas "irregularidades urbanísticas" en la construcción del proyecto. De entrada, ellos mantienen que la licencia de obra era para un edificio mucho más pequeño y que el informe de impacto ambiental no era para levantarlo en el cementerio, sino en el interior del Tanatorio Sur.

Por su parte, la Empresa Mixta de Servicios Funerarios declinó responder a este diario sobre la legalidad e idoneidad de la obra ni dijo cuándo empezará a funcionar.

La construcción del crematorio se suma a una serie de modificaciones acometidas en el cementerio de Carabanchel en los últimos años. En junio de 2010 se sustituyó el césped de la práctica totalidad del recinto por gravilla blanca. El Ayuntamiento argumentó entonces que el gasto de agua era "excesivo". Además, se clausuraron las fuentes de agua potable.