Las estatuas humanas de la Rambla estrenaron este martes su nuevo emplazamiento. Están ahora a la altura de Santa Mònica y de la parada de metro de Drassanes, en la zona baja de este popular paseo, una área mucho más ancha.

En sus cerca de 30 metros de amplitud, el Ayuntamiento de Barcelona ha ubicado los 14 puntos de exhibición en los que se distribuirán, en dos turnos —uno de mañana y otro de tarde—, los 27 artistas seleccionados por el consistorio tras un concurso público.

El cambio de emplazamiento, explicó este martes la regidora del distrito de Ciutat Vella, Mercè Homs, tiene como objetivo mejorar la seguridad y la movilidad de los paseantes de la Rambla. "Es un espacio de todos y nos tenemos que reubicar", afirmó al respecto. Recordó que los artistas de las estatuas humanas tendrán que pagar una tasa anual. Este año tendrán que abonar un importe proporcional correspondiente al periodo entre junio y diciembre. En total, 189 euros.

Por otra parte, Homs no descartó hacer, en un futuro, cambios en la ubicación de las estatuas y buscar soluciones a los problemas que puedan surgir porque, según argumentó, "el engranaje empieza ahora a funcionar". Y es que estos artistas no están de acuerdo con su nuevo espacio.

Lamentan que su nueva ubicación esté lejos del corazón de la Rambla y, además de ruidoso, hace mucho viento y el sol les da en plena cara. Tampoco hay baños cercanos. Pero, según se quejan, lo "peor"  es que no es un "sitio de paso". "Ahora, en verano, pasan turistas, pero en pleno invierno, ya veremos", advertía Piedad, que da vida a la figura Galáctica.

"Si lo que querían era que nos fuéramos, lo están consiguiendo de una forma muy diplomática", decía Fabián López, que hace de timonero, justo al lado de una salida del metro, con el sol en plena cara.