El pasado viernes 25 de mayo, Laura G.A., recogió sus pertenencias y abandonó la tienda de moda del centro comercial Las Rosas (Madrid), donde hasta entonces trabajaba como vendedora, con la carta de baja en la mano. Apenas 24 horas antes, esta joven soltera de 29 años residente en Usera había comunicado a una de las encargadas que estaba embarazada.

Según su supervisora, el motivo del despido era que no había superado el período de prueba. Para Laura, sin embargo, la coincidencia en el tiempo con el anuncio de su situación personal le hizo convencerse de que las responsables preferían evitarse la molestia de tener que buscarle una sustituta.

"Cuando le dije a mi segunda encargada que iba a ser madre, me contestó que eso no le iba a gustar a la supervisora. Al día siguiente, a las 13.15 horas, envié un correo electrónico al departamento de Recursos Humanos para avisarles. A las 13.45 ya tenía un telegrama anunciándome que no querían que siguiera trabajando para ellos por bajo rendimiento. Por la tarde, a las 17.00 horas, la supervisora me lo dijo en persona", narra Laura al otro lado del teléfono.

La noticia fue "un palo". Sin embargo, decidió no darse por vencida. Subió a la conocida plataforma YouTube un vídeo denunciando su caso y, con la ayuda de su hermano, creó en Change.org la petición "@MANGO: No despidas a mujeres embarazadas". Hasta 23.514 personas habían visto las imágenes a las 15.00 horas de este viernes y 21.825 personas habían firmado a su favor.

Cuando el número de apoyos alcance los 25.000, las firmas serán enviadas a su empresa. El objetivo, asegura, es lograr su readmisión. "Me sentí humillada. No quiero que ninguna mujer pase por esto jamás. No se puede permitir". Además, ha puesto su caso en manos de sus abogados.

Mango ha reaccionado a las quejas de Laura mediante un comunicado que difundido también en la red social Facebook. La empresa insiste en que no ha superado el período de prueba que correspondía a su contrato por seis meses. Un portavoz de Mango insistió, además, en que la casa cuida de forma especial a sus empleadas.

"La media de edad de nuestras trabajadoras es de 30 35 años. Cientos de ellas han accedido a permisos de maternidad", pases de aparcamiento y otros beneficios. En la actualidad, 9.000 de los 11.000 empleados son mujeres. Un gran número de ellas llevan trabajando muchos años en la compañía y han sido madres durante sus carreras profesionales. Durante el año 2011, 525 empleadas de la empresa disfrutaron del permiso de maternidad".

Sin embargo, la afectada denuncia que eso no se corresponde con los hechos. "Me acababan de poner a hacer funciones en caja y la encargada me había felicitado por ello, pero luego me echan porque dicen que no rindo. No lo entiendo".

Los abogados de Laura apuntan que, según la doctrina del Tribunal Supremo, el despido de una embarazada en período de prueba es "nulo de pleno derecho". Además, insisten, el contrato de Laura no establecía período de prueba: "Con carácter general, el Estatuto de los Trabajadores establece dos meses". La joven, insisten, ya había trabajado para la empresa con anterioridad en 2008 en un puesto similar, por lo que entienden superado el período de prueba, de acuerdo a la ley.

El caso, por el momento, acabará en los tribunales. Mientras, Laura no deja de coger el teléfono, que suena a cada rato. Para empezar, y sin haber pedido "nada de esto", algunas marcas ya le han hecho llegar prendas y enseres para su futuro retoño.