"No me lo creo, para nada", comentó Chilla, quien se emocionó cuando subió al podio e incluso dejó escapar alguna lágrima porque vio reflejado el trabajo de tanto tiempo.

"No sé lo que pensaba cuando subí al podio. Dios mío, ¿soy yo la que está ahí subida?, me pregunté", reconoció Mercedes Chilla, quien insistió en que estaba muy "emocionada y feliz porque todo el trabajo ha encontrado recompensa".

La pupila de José María Vega, que se entrena en Chapín dos veces al día menos los sábados, que lo hace una, y descansa los domingos, comentó que vio que podía conseguir la medalla en el quinto lanzamiento.

Explicó que como no tiene "ni el cuerpo ni la musculatura" de sus rivales "ganas le echo". "Además tengo muy mala leche, o eso dicen", señaló Chilla quien ya fue subcampeona de Europa sub'23 bajo la lluvia en Amsterdam 2001.

"Yo ya con haber pasado para la final había cumplido mi objetivo y por eso estoy supercontenta", afirmó Chilla, quien reconoció que la lluvia abre más la competición y que eso le dio opción de luchar por el podio.

"La medalla de bronce estaba un poco abierta porque estábamos muchas con marcas muy parecidas. Con lluvia no suelo tirar bien, pero le he echado muchas ganas y ha salido", comentó la jerezana.