El sábado ganó el Ironman de Lanzarote. "El más duro de todos por el viento, el calor y el desnivel (2.551 m)", asegura. Después de 3,8 km nadando, 180,2 en bici y 42,2 a la carrera, en 8 horas 44 minutos y 40 segundos de esfuerzo, Víctor del Corral compartió con 20 minutos sus sensaciones.

¿Qué parte de su cuerpo es la que más le duele?

Todo, pero las piernas y los brazos me tiemblan.

Pero usted es un hombre de acero (Ironman), ¿no?

Más que eso, ahora soy un hombre de hojalata.

¿Qué ha sentido al cruzar la línea de meta?

Estoy en una nube. Como llevaba ventaja he podido disfrutar de los últimos kilómetros. Acabo de cumplir el sueño de cualquier triatleta.

¿Cuál ha sido el peor momento?

Se sufre más en el maratón: vas casi fundido y hace mucho calor, aunque cuando me he sentido más débil ha sido en los primeros kilómetros de la bici.

Como campeón, ¿qué le diría a los que 'solo' acaban?

Que tiene el mismo mérito acabar que ganar. Cada uno sufre a su ritmo.

¿Cuál será el primer capricho que se dé?

No entrenar tres o cuatro días.

¿Cuánto tarda en recuperarse?

En estar al 100%, tres semanas.

¿Cómo se sentirá mañana?

Más contento que hoy, pero más dolorido. Esta noche no podré pegar ojo, la adrenalina te impide dormir.

Usted es el segundo español que gana, tras Eneko Llanos...

Es un gran amigo y un referente. Está un punto por encima de mí, entre los cinco mejores del mundo.

¿Habrá duelo pronto?

Estaría bien, yo antes de venir aquí le pregunté si él iba a competir para no hacerlo yo (risas).

Y ambos son vegetarianos...

Sí, leí que siendo vegetariano el cuerpo funciona mejor. El Ironman de Lanzarote era una prueba y me ha ido muy bien.