"Se huele el olor a muerte. Es muy duro. Ni siquiera sé si el niño al que fotografié sigue vivo, he intentado saber de él, pero los médicos están desbordados". Estas son palabras del fotógrafo ganador del Premio Nacional de Fotoperiodismo en la categoría de Actualidad, Daniel Pozo, por su fotografía de un niño desnutrido en una canasta que hace las veces de báscula.

La tomó en septiembre de 2011 en el hospital Dagahaley, que Médicos sin Fronteras gestiona en Dadaab (Kenia), el mayor campo de refugiados del mundo.

Daniel, de 39 años y fotógrafo de France Press, había visitado otras zonas de refugiados, en Senegal y en otros países, "pero ninguna tan dura como Dadaab", asegura. La imagen ganadora muestra a Libean Mukpar, un refugiado somalí de 8 años y menos de 15 kilos de peso –la mitad de lo que debería pesar–. Libean llegó al hospital en brazos de su madre con desnutrición severa.

"No podía caminar ni articular palabra, estaba exhausto, como ido", dice Daniel, que no puede olvidar que, entonces, durante unos pocos segundos, un rayo de sol atravesó el cielo nublado.

Además del premio a Pozo, la Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa y Televisión ha premiado a Susana Vera, en la categoría de Cultura, Sociedad y Deportes;y a a Adrián Irago, en la de Naturaleza y Tradiciones por su foto de la fiesta de la Rapa das bestas en Sabucedo (Pontevedra). Y se ha otorgado una mención de honor en la categoría de Actualidad a la fotografía de Paul White sobre cómo aislarse de la realidad económica.