Hollande es el nuevo presidente de Francia tras derrotar a Nicolas Sarkozy en las presidenciales

Los franceses residentes en el extranjero comenzaron a votar este sábado. En la imagen, un ciudadano galo introduce la papeleta de su candidato en el consulado de Francia en Manila, Filipinas.
Los franceses residentes en el extranjero comenzaron a votar este sábado. En la imagen, un ciudadano galo introduce la papeleta de su candidato en el consulado de Francia en Manila, Filipinas.
Francis L. Malasig / EFE
Los franceses residentes en el extranjero comenzaron a votar este sábado. En la imagen, un ciudadano galo introduce la papeleta de su candidato en el consulado de Francia en Manila, Filipinas.

El socialista François Hollande se ha convertido este domingo en el nuevo presidente de Francia, tras imponerse en la segunda vuelta de las eleccioes presidenciales al conservador Nicolas Sarkozy. Según las cifras oficiales definitivas, Hollande alcanzó el 51,62% de los votos frente al 48,38% que obtuvo Sarkozy.

Hollande consiguió algo más de 18 millones de votos, 1,3 millones de sufragios más que Sarkozy, según los datos publicados este lunes por el Ministerio del Interior. Contados los votos de los franceses que viven en el extranjero, la ventaja del candidato socialista se redujo algo con respecto a los datos anunciados anoche.

Sarkozy se impuso en el exterior con el 53,05% de los votos de los algo más de los 450.000 votantes que ejercieron su derecho fuera de Francia. En total, el candidato conservador reunió 16.869.371 de sufragios, algo más que dos millones de votos menos de los que en 2007 le permitieron conquistar el Elíseo. Hollande tuvo 18.000.438 votos, casi un millón menos que los logrados hace cinco años por Sarkozy.

En total, se registraron algo más de 2 millones de votos blancos o nulos, una opción que había solicitado la candidata ultraderechista Marine Le Pen.

Segundo presidente socialista de la República

Hollande, de 57 años, se convierte así en el séptimo presidente de la V República francesa y el segundo socialista, tras François Mitterrand, que desempeñó la jefatura del Estado entre 1981 y 1995. Al cierre de los colegios electorales, Hollande se encontraba en la localidad de Tulle (centro-sur de Francia), en la que votó antes de viajar a París.

La tercera en las preferencias de los franceses, la ultraderechista Marine Le Pen, líder del Frente Nacional (FN), que protagonizó un fuerte ascenso en la primera vuelta, anunció por su parte el pasado 1 de mayo que votaría en blanco y expresó su rechazo a los dos candidatos. Le Pen no dio consigna de voto a sus seguidores y desde entonces el presidente Sarkozy protagonizó una serie de declaraciones de aproximación a los votantes del FN.

Ambos candidatos protagonizaron el pasado 2 de mayo el único debate televisado en directo, en el que durante casi tres horas hablaron sobre sus propuestas, centradas sobre todo en los aspectos económicos de sus programas. El entorno de Hollande indicó que el socialista podría hablar esta misma noche con la canciller federal alemana, Angela Merkel, con quien mantiene diferencias de fondo respecto a la política de austeridad presupuestaria aprobada en la Unión Europea.

Hollande ha insistido durante su campaña en que pretende renegociar el tratado que 25 de los 27 Estados de la UE firmaron a principios de año con el fin de introducir medidas de estímulo del crecimiento económico como complemento a las que exigen el rigor fiscal.

"Dimensión de crecimiento"

Hollande, subrayó, tras conocerse su victoria, su intención de dar una dimensión de crecimiento y de empleo a la construcción europea, y que piensa hablar de eso "lo más pronto posible" con los otros países de la UEy en particular con Alemania. "Mi misión es dar a la construcción europea una dimensión de crecimiento, de empleo, de prosperidad, de futuro y es lo que diré lo más pronto posible a nuestros socios europeos y en primer lugar a Alemania", dijo Hollande.

Y eso, "en nombre de la amistad que nos une y de la responsabilidad común", señaló en su primer discurso tras conocerse los resultados de los comicios. Dijo, desde su feudo electoral de Tulle, en el centro de Francia, ser consciente de que "Europa nos mira" y estar "seguro de que en muchos países europeos (su victoria) ha sido un alivio, una esperanza" porque "la austeridad no podía ser una fatalidad".

El nuevo presidente dijo que su victoria este domingo significa "un cambio para Europa", donde sus pueblos "esperan terminar con la austeridad".

Hollande, que durante toda su campaña reiteró su intención de reformar el tratado europeo negociado a finales del pasado año y firmado a comienzos de marzo para añadir medidas en favor de la reactivación económica y a ese respecto se mostró convencido de que la jornada de este domingo "debe ser un nuevo punto de partida para Europa".

Alta participación

El índice de abstención en la segunda ronda de los comicios presidenciales alcanzó el 18,97%, según el ministerio. En la segunda vuelta de las presidenciales anteriores, disputadas en 2007 entre el conservador Nicolas Sarkozy y la socialista Ségolène Royal, registró un 75,11% de participación.

El candidato más madrugador ha sido Hollande, que votó sobre las 11 de la mañana en Tulle —centro-sur de Francia— una pequeña localidad de la que fue alcalde, y lo hizo acompañado de su pareja, Valérie Trierweiler y rodeado de numerosos periodistas y cámaras.

Una hora más tarde, sobre las 11.50 h, el actual presidente, Sarkozy, ejercía su derecho a voro en el Liceo Jean de la Fontaine, del distrito XVI de París, adonde llegó junto con su esposa, Carla Bruni. Ni Sarkozy ni Hollande  hicieron declaraciones a la prensa y ambos se dedicaron a saludar a otros electores que estaban en ese momento en sus respectivos colegios electorales.

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