La verdad, da miedo. Busquen fotos de Ted Nugent y verán de qué estamos hablando: de un tipo que, en su juventud, exhibía una melena rizada envidiada por los hippies, pero que con los años se ha transformado en una bestia parda de actitud amenazante.

El músico, idolatrado por su habilidad con las seis cuerdas (es uno de los grandes guitarristas de la historia del rock), ha sido cada vez más criticado por su ferviente apoyo a la ultraderecha yanqui, su fanática afición a las armas y su pasión por la caza. Pero el viejo Nugent se acaba de pasar de la raya: animó, textualmente, a "cortar la cabeza" a Barack Obama y otros miembros del gobierno.

Fue el pasado fin de semana cuando, en una convención de la Asociación Nacional del Rifle (sí, la misma que presidía Charlton Heston) el músico afirmó, ante un público enfervorizado, que si Obama volvía ser elegido en noviembre él "estaría muerto o en la cárcel dentro de un año". ¿Por qué? Porque, a sus 63 años, el músico no tiene dudas ante las próximas elecciones: "Tenemos que ir a la carga en ese campo de batalla y cortarles la cabeza en noviembre".

No son las palabras de cualquiera: Internet está lleno de imágenes de un sonriente Nugent con animales muertos. Nugent feliz con un ciervo muerto atravesado por un balazo. Nugent radiante junto a un jabalí cubierto por flechas. Nugent espléndido, sentado sobre un oso bañado en su propia sangre. Cualquier animal es el objetivo soñado de alguien que firma artículos titulados La celebración de la muerte o que afirma, sin ningún rubor, que "cazar es lo mejor que hay en la vida".

Con esos antecedentes, es lógico que el Servicio Secreto estadounidense, la agencia encargada de proteger al presidente y a otras figuras gubernamentales, citara este jueves al músico para preguntarle por sus beligerantes palabras. Todavía no sabemos qué tipo de excusas o argumentos habrá manejado el artista, pero sí que no parecía asustado. Un tipo duro: ""Yo no he amenazado a nadie, nunca", dijo el día antes en un programa de radio, "porque yo no pierdo el tiempo en amenazar".