Las investigaciones ordenadas por la Fiscalía de Granada han descartado una posible trama para robar bebés de los hospitales de la provincia entre 1960 y 1990, y el Grupo de Homicidios de la Policía Judicial encargado de realizar las pesquisas ha concluido que no existe, dadas las diligencias practicadas.

En rueda de prensa, la fiscal jefe de Granada, Ana Tárrago, ha aclarado que muchas de las denuncias presentadas por este tipo de sustracciones han sido interpuestas por familiares por "contagio" de las noticias que estaban apareciendo en otras provincias sobre posibles casos de niños robados, es decir, por "sospechas" de que ellos también podrían haber sido víctimas, aunque, según ha dicho, "no todos" se han movido por ese posible 'efecto llamada'.

Del total de las 60 denuncias presentadas, la Fiscalía ha archivado ya más de una treintena, después de que el Grupo de la Policía Judicial encargado "exclusivamente" de investigar estos asuntos se haya entrevistado con los posibles perjudicados, con los centros médicos supuestamente implicados y hayan indagado en registros civiles y otros archivos.

Asimismo, el Ministerio Público sólo encontró indicios de un posible robo en dos denuncias, y autorizó dos exhumaciones de los restos de dos bebés, para aclarar su identidad. El primero de los casos es el de una familia de Padul, que sostiene que en 1986 se le entregó una caja cerrada con los supuestos restos de un bebé muerto al nacer que, según sospechaban, no contenía nada.

Sin embargo, sí que se han hallado restos óseos en el interior de aquella caja una vez realizada la exhumanción, aunque el análisis de los mismos, llevado a cabo por el Instituto Nacional de Toxicología, no ha obtenido resultados concluyentes, ni ADN suficiente como para individualizarlo y hacer el cotejo genético.

Igualmente, en el segundo caso, el de una familia de Montefrío que no había sospechado de que le pudieran haber sustraído el bebé que supuestamente nació muerto en el año 78 pero que presentó denuncia tras aparecer en otras provincias evidencias de posibles sustracciones, el Instituto Nacional de Toxicología ha obtenido idénticos resultados: nada concluyente y ADN insuficiente.

No obstante, según ha explicado Tárrago, el instituto conservará y custodiará los restos exhumados durante diez años por si durante ese periodo surgieran nuevas técnicas que permitan analizarlos con más precisión.

La fiscal jefe ha señalado que, en un principio, los casos denunciados le parecieron "muy interesantes" y por eso decidió llevar personalmente las denuncias y abrir diligencias en cada uno de ellos. Sin embargo, la falta de pruebas le ha obligado a ir archivando una a una las denuncias.

Ha negado que haya habido "falta de interés" por parte de la Fiscalía o de la Policía Judicial o algún motivo distinto al de investigar, como le reprochan los denunciates, y ha asegurado que seguirá abriendo diligencias cuando le lleguen las denuncias. De hecho, este mismo jueves le llegó la última y no descarta, según ha indicado, que en algunas de las denuncias presentadas y no archivadas aún pueda haber indicios de delito, aunque por ahora no se han hallado huellas de posibles conductas criminales.