Los municipios periféricos de la Comunidad de Madrid tienen ya más extranjeros que la capital

  • El 48,03% de los foráneos residentes en la comunidad viven en la ciudad de Madrid, frente al 51,97% censados más allá de las fronteras de la capital.
  • El año pasado, la proporción era de 50,5% en la capital y 49,5% en el exterior.
  • Fresnedillas de la Oliva ostenta el mayor porcentaje de inmigrantes de la región: un 40,3% de sus 1.615 habitantes son extranjero.
En Fresnedillas, de izq. a dcha, Adrián Simionov y su hijo Alexandru (rumanos), Mariana Simonov (rumana), Said Aoulad (marroquí), Carmen Alonso (española), Remus Bercu (rumano), Hamadi Goari (marroquí) y Gerardo Morocho (ecuatoriano).
En Fresnedillas, de izq. a dcha, Adrián Simionov y su hijo Alexandru (rumanos), Mariana Simonov (rumana), Said Aoulad (marroquí), Carmen Alonso (española), Remus Bercu (rumano), Hamadi Goari (marroquí) y Gerardo Morocho (ecuatoriano).
JORGE PARÍS
En Fresnedillas, de izq. a dcha, Adrián Simionov y su hijo Alexandru (rumanos), Mariana Simonov (rumana), Said Aoulad (marroquí), Carmen Alonso (española), Remus Bercu (rumano), Hamadi Goari (marroquí) y Gerardo Morocho (ecuatoriano).

Cuando comenzó el boom de la inmigración en la región (hacia el año 2000), la mayoría de extranjeros eligió la capital como su lugar de residencia, frente a una minoría que se decantaba por los municipios de la periferia. Ahora, más de una década después, se ha invertido la tendencia: por primera vez, hay más inmigrantes empadronados en los municipios periféricos (corona metropolitana y localidades situadas fuera de la M-50) que en la capital.

Concretamente, el 48,03% de los foráneos residentes en la comunidad viven en la ciudad de Madrid (502.957 personas); frente al 51,97% censados más allá de las fronteras de la capital (544.216 ciudadanos), según el Informe de Población Extranjera de la Comunidad, con datos de enero de 2012. El año pasado, la proporción era de 50,5% en la capital y 49,5% en el exterior.

La propia Consejería de Asuntos Sociales habla de este fenómeno como "trasvase de población inmigrante desde la capital a otros municipios de la región". El motivo de esta mudanza es triple: principalmente, buscan localidades más pequeñas para encontrar trabajo fácilmente, pero también se trasladan en busca de entornos donde sea más sencillo integrarse y donde la vivienda es más barata.

"Integración más fácil"

"En un municipio pequeño se le conoce con nombre y apellidos, tiene identidad y se le pone cara. La integración suele ser más fácil. Y, una vez integrado, obtener un empleo está más al alcance de la mano", explica a 20 minutos el director general de Inmigración de la Comunidad, Pablo Gómez-Tavira. "En cambio, en la capital el inmigrante se diluye en el anonimato, se pierde entre la masa de población", añade.

Entre enero de 2011 y de 2012, la capital perdió un 9,7% de extranjeros. Muchos volvieron a sus países, unos se convirtieron en españoles al nacionalizarse, pero gran parte de ellos se movieron dentro de la región, principalmente al sureste (en Parla hay ahora un 3% más; en Arganda, un 2,7%; y en Rivas, un 1,7%), al Corredor del Henares (un 2% más en Coslada y un 1,5% en Torrejón) y a pueblos de la sierra (Rascafría o El Molar ganaron un 2%).

En estas localidades, encuentran empleo en el sector servicios (principalmente, hostelería) y en industria. Además, sirven de mano de obra en los cultivos agrícolas del sur regional.

Rumanos al este; magrebíes, al oeste

Los inmigrantes tienden a agruparse por nacionalidades. Tanto es así que los municipios del oeste madrileño son territorio mayoritariamente de ciudadanos marroquíes, en el este y el sureste de la región predominan los rumanos y en los pueblos de la Sierra Norte abundan los europeos occidentales (con colonias británicas o alemanas).

Mientras, en la capital predominan los ecuatorianos y en los municipios de los alrededores hay mayoría de latinoamericanos, como bolivianos, colombianos o peruanos.

Las Naciones Unidas de Fresnedillas

El punto más multicultural de la región no está en Lavapiés ni en el populoso sur metropolitano. Está en plena sierra oeste. Fresnedillas de la Oliva ostenta el mayor porcentaje de inmigrantes de la región: un 40,3% de sus 1.615 habitantes son extranjeros y allí conviven 27 nacionalidades.

El trabajo es el reclamo. La tasa de paro en el pueblo ronda el 12% (según datos municipales), la mitad de la media nacional. "Aquí salía más trabajo que en Madrid, así que aquí he echado raíces", apunta Gerardo, ecuatoriano y encargado del mantenimiento municipal. "En dos meses te conoces a todo el pueblo, es muy fácil integrarse", añade Remus, de Rumanía.

"La gente de aquí está acostumbrada a tratar con gente de fuera", asegura Said, uno de los jóvenes más populares del pueblo. A su lado, la española Carmen asiente: "Convivimos desde que tengo uso de razón".

"Somos un pueblo abierto y con oportunidades. La convivencia es absoluta. Gracias a ellos, el pueblo no muere", explica el alcalde, Antonio Reguilón. De hecho, él mismo está casado con una norteamericana. "Y mi hijo con una polaca", añade. El mestizaje es la norma en el municipio: "Mis hijos se casaron con españolas y mis nietos son tan españoles como cualquiera", dice Mariana, de origen rumano, junto a su hijo Adrián y su nieto Alexandru.

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