Ni las altas expectativas, ni los dinosaurios, ni los viajes en el tiempo ni el hecho de que viniera avalada por Steven Spielberg ha logrado que Terra Nova se consolidase como una serie de éxito. El estreno, en septiembre de 2011, fue discreto, y desde entonces hasta ahora los niveles de audiencia no han parado de descender.

La serie, citada a menudo como la más cara de la historia de la televisión, ha emitido capítulos con un coste de hasta 4 millones de dólares cada uno. La baja audiencia obtenida en la primera temporada no ha logrado que tamaña inversión resultase rentable. Concretando en datos, la premiere de Terra Nova en Estados Unidos obtuvo una audiencia de poco más de 9,2 millones de espectadores. Y las cifras fueron descendiendo desde entonces hasta llegar al capítulo final de la primera temporada de la serie, el número 13, que tuvo una audiencia de 7,2 millones, según datos recogidos por The Hollywood Reporter.

Kevin Reilly -responsable de programación de Fox-, ha explicado que "el equipo de la serie estaba esperando a ver los resultados antes de tomar una decisión tan importante como es el destino de la serie de Spielberg". "Terra Nova era una apuesta interesante y que merecía la pena", añade el responsable de FOX en unas declaraciones en la Asociación de Críticos de Televisión estadounidenses y recogidas por la publicación estadounidense.

A pesar de todo, la ambiciosa Terra Nova podría encontrar una víde salvación. Al parecer, la cadena Fox está intentando vender la serie. Si otra televisión comprase la serie, aún podría haber una segunda temporada.

A medio camino entre Parque Jurásico y Avatar, la serie protagonizada por Stephen Lang, Jason OMara y Christine Adams cuenta la aventura de un grupo de colonos del futuro que viajan en el tiempo hasta la prehistoria con el objetivo de empezar desde cero una civilización.