Las fuerzas de seguridad estadounidenses han detenido este miércoles a 22 activistas del movimiento Occupy en las localidades de Washington y Nueva York, durante las protestas celebradas ante la sede de las empresas Monsanto y Pfizer, respectivamente.

El movimiento Occupy ha indicado a través de su página web que el número de personas arrestadas desde el inicio de las protestas en el país a finales de septiembre asciende a 6.563.

En el primer suceso de estas características, la Policía de Nueva York detuvo a 80 activistas durante una manifestación de Occupy Wall Street el 24 de septiembre de 2011. Las mayores operaciones de detenciones han tenido lugar en esta ciudad, con el arresto de 700 personas en el puente de Brooklyn el 1 de octubre; más de 200 el 115 de noviembre; y alrededor de 300 el 17 de noviembre.

Otras grandes operaciones incluyen la detención de 141 personas en Boston el 11 de octubre; otras 175 en Chicago en 16 de ese mismo mes; 370 en la localidad de Tucson el 28 de octubre; así como 292 personas en Los Angeles el 30 de noviembre; y 409 en Oakland el 28 de enero de 2012.

El oficial de la Policía de Washington, William Farr, ha indicado que unas 50 personas se concentraron frente a la sede de Monsanto en la ciudad e intentaron bloquear las puertas, algo que finalmente consiguieron al formar una línea ante todas las entradas.

En ese momento, la Policía amenazó a los manifestantes con iniciar detenciones en caso de que no despejaran los accesos, tras lo que arrestaron a doce de ellos ,diez por bloquear la entrada y dos por cruzar el cordón policial, según ha informado el diario 'Washington Examiner'.

Entre los detenidos hay un universitario que está realizando un estudio sobre la brutalidad policial, han indicado.

En Washington, Occupy ha informado sobre la detención de doce de sus miembros en el marco de la jornada de protestas convocada por Occupy Portland para pedir el cierre de las grandes empresas con vínculos con el Consejo Legislativo Estadounidense de Cambio (ALEC). Según el movimiento, ALEC "es un ejemplo claro de la manera en la que las empresas compran a los parlamentarios y aprueban legislación que sirve a los intereses de las corporaciones y no de la gente".