Antonio Ojeda Escobar, que hasta marzo de 2011 fue presidente del Consejo General del Notariado y decano de los colegios notariales de Sevilla y Andalucía, se ha incorporado este miércoles al despacho de abogados Montero-Aramburu en calidad de consejero en la sede central de Sevilla, según ha informado esta firma en un comunicado de prensa.

Con la incorporación de Antonio Ojeda, Montero-Aramburu refuerza las áreas de derecho civil y mercantil, continuando en la línea que ha seguido desde su fundación de incorporar profesionales "muy cualificados e ilusionados" por integrarse en un despacho donde las relaciones humanas "están a la altura de las estrictamente profesionales".

Los socios de este despacho consideran que Antonio Ojeda tiene "más que acreditadas" estas competencias a lo largo de su dilatada trayectoria profesional y personal en el mundo del derecho.

Asimismo, Montero-Aramburu, en su política de "constante" preocupación por la formación de sus profesionales, pretende que, junto a su intervención directa en todos aquellos asuntos que se considere pertinente, Antonio Ojeda transmita a los profesionales de la firma su experiencia profesional en el área del derecho privado, con especial dedicación al derecho hipotecario

Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla, Antonio Ojeda obtuvo el título de notario en mayo de 1967 y dedicó algunos años de su vida a la política activa; así, fue el primer presidente del Parlamento de Andalucía, cargo que desempeñó desde 1982 a 1985. También fue senador y diputado por Jaén y presidente de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados.

En enero de 1987, se retiró de la política activa y reingresó como notario por la ciudad de Huelva, mientras que desde 1988 desarrolló su actividad profesional en Sevilla capital. Además, fue decano del Colegio Notarial de Sevilla entre los años 2001 y 2008 y desde noviembre de ese mismo año decano del Colegio Notarial de Andalucía.

En enero 2009, fue elegido presidente del Consejo General del Notariado, del que ya era vicepresidente desde el año 2005. Ha sido también presidente de la Fundación Aequitas y es patrono de las fundaciones Casa Ducal Medinaceli y Blas Infante. Entre sus distinciones profesionales, destacan la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort y las medallas de oro del Parlamento de Andalucía, de la Ciudad de Huelva y de la Universidad Pablo de Olavide.