Un verano acondicionado

Refrigeración: Tipos, precios, características... Todo lo que hay que tener en cuenta antes de instalar un aparato de refrigeración de aire en el hogar.
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La decisión está tomada: se acabaron los ventiladores y abanicos en casa, es el momento de comprar un equipo de aire acondicionado. Pero antes de lanzarse a la tienda, hay que tener en cuenta algunos aspectos para que no nos equivoquemos en la elección.

A tener en cuenta

En qué habitaciones: Por lo general suelen colocarse en el salón o en algún dormitorio de la casa. El equipo del salón necesita mayor potencia, por ser la estancia más amplia y donde mayor actividad y número de personas hay habitualmente.

En qué lugar: Colocándolo alto se conseguirá un mejor reparto de la refrigeración, ya que el aire frío tiende a caer.

Cuánta potencia: La frigoría/hora, unidad de medida del frío que puede generar un aparato, marcará la elección. En condiciones normales, para climatizar un metro cuadrado son necesarias 100 frigorías, "pero puede variar de las 60 a las 180, dependiendo de la orientación norte o sur de la vivienda, el aislamiento, etc", según Esteban Blanco, ingeniero técnico gerente de Pentagás.

Así, para un salón de 25 metros cuadrados se necesita un aparato que genere 3.000 frigorías/hora. La potencia debe aumentarse si la vivienda tiene orientación sur, se encuentra en una zona de clima cálido y con relativa humedad.

Qué aparato: "El más vendido es el 251, una unidad externa y dos internas, que suelen colocarse en el salón y en el dormitorio principal, o en la habitación más afectada por el calor", puntualiza Esteban Blanco. Su precio oscila entre los 700 y 2.000 euros.

Pueden tener bomba de calor, con un circuito reversible que permite producir tanto aire frío como caliente. Aunque necesite una inversión mayor, se rentabiliza, ya que se puede utilizar todo el año y, además, es uno de los sistemas más ecológicos.

Los equipos portátiles están en declive. No precisan una instalación complicada, pero producen demasiado ruido y su utilidad se reduce a una única estancia.

Y cómo lo conservo: Es suficiente con lavar y revisar los filtros una vez por temporada (o una vez al mes cuando se usa como calefacción) y estar atentos a los consumos eléctricos y la carga refrigerante, añade.

Cuidado, que son zonas comunes

Para la instalación de un aparato de aire acondicionado hay que revisar las ordenanzas municipales de cada localidad y sus normas de protección ambiental, así como los estatutos y normas de régimen interno de la comunidad de propietarios.

Los muros, patios, fachadas o cubiertas donde suelen instalarse las partes externas de maquinaria son elementos comunes y, por tanto, es necesaria la autorización de la junta de vecinos.

En algunas de estas normas se detallan las condiciones técnicas, la ubicación de estos equipos y recomendaciones sobre el uso de los mismos.

Que no te dejen helado

A no ser que suframos algún tipo de alergia a estos aparatos, el uso del aire acondicionado no tiene por qué ser perjudicial para la salud.

Sin embargo, hay que hacer una utilización razonable para no tener molestias en la garganta, padecer resfriados o dolores de cabeza.

Para ello, es conveniente no dirigir el aire directamente hacia las personas, utilizarlo de forma gradual según aumenta el calor, mantenerlo a unos 25 grados centígrados para evitar cambios bruscos de temperatura y cambiar los filtros para evitar partículas de polvo y sustancias contaminantes en el ambiente.

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