La Red Europea de Garantía de Vehículos (REGV) calcula que alrededor del 15% de las ventas de vehículos en Baleares se hacen a en el mercado ilegal, según han informado las distintas asociaciones de vendedores de automoción.

Según la REGV, los "vendedores piratas" utilizan "reclamos comerciales en las ventanillas de los vehículos para hacerse pasar por particulares". Esta venta ambulante de vehículos es una "competencia desleal" para los profesionales de la venta de ocasión y está ocasionando "graves perjuicios económicos" al sector.

En un comunicado, indican que durante "esta época de crisis" se ha observado en "las calles de multitud de ciudades de la comunidad balear" un incremento considerable de coches usados que se venden de forma fraudulenta generando un nicho de economía encubierta.

"Los falsos profesionales" se hacen pasar por particulares, "comprando varios coches a precios baratos, dándoles un lavado de cara, y sacándose un extra con su venta a un tercero, siempre a un particular", indican.

Los vehículos tienen "el común y llamativo anuncio en las ventanillas", suelen estar situados "en calles de paso cercanas a polígonos industriales, a las afueras de las ciudades o en estacionamientos de centros comerciales", explican, al tiempo que añaden que "la mayoría de los vehículos aparecen y desaparecen para que no sean retirados por las grúas municipales".

Desde la REGV, hacen hincapié en que la compra de vehículos a "estos pseudoprofesionales sin contrato", no sólo "está considerada delito", sino que puede "acarrear multitud de problemas para el comprador", ya que "no hay garantía" que pueda responder sobre "el estado del vehículo ni de futuros problemas tras la compra".