A 4 meses de las presidenciales galas: del efectismo de Sarkozy al 'estilo Rajoy' de Hollande

  • La táctica de un programa poco concreto durante la campaña electoral gusta a los socialistas franceses, según el diario 'Le Monde'.
  • Sarkozy ha conseguido recortar la desventaja en los sondeos frente a Hollande.
  • El futuro de Europa también depende de quién gane en las presidenciales galas, que se celebran entre abril y mayo.
Montaje fotográfico de dos comparecencias del presidente Francés, Nicolas Sarkozy, y el candidato socialista a las presidenciales francesas, François Hollande.
Montaje fotográfico de dos comparecencias del presidente Francés, Nicolas Sarkozy, y el candidato socialista a las presidenciales francesas, François Hollande.
EFE
Montaje fotográfico de dos comparecencias del presidente Francés, Nicolas Sarkozy, y el candidato socialista a las presidenciales francesas, François Hollande.

La batalla por las elecciones presidenciales francesas de 2012 está reñida: ante el desempleo creciente en Francia, en medio de la crisis de la eurozona y ante la posibilidad de una reducción de la calificación de la deuda soberana de Francia, Sarkozy ha conseguido recortar la desventaja en los sondeos frente al socialista Hollande, que continúa siendo el favorito en las encuestas.

Si se celebrara ahora la primera vuelta entre estos dos candidatos, Hollande se colocaría en primera posición con un 28% de los votos, según el instituto demoscópico francés Ifop, mientras en un sondeo previo de diciembre el líder socialista recibía el 27,5%. Sarkozy seguiría en el segundo puesto con un 26% de los sufragios, frente al 24% que obtenía en diciembre, indicó el periódico, que concluye que a 105 días de la primera cita con las urnas "todos los escenarios parecen posibles", ante una campaña "imprevisible" sobre el fondo de la crisis económica.

La primera vuelta de las presidenciales galas tendrá lugar el 22 de abril, mientras que la segunda será el 6 de mayo. Con mayor o menor ventaja, lo cierto es que Sarkozy lleva meses sin salir bien parado en las encuestas, al igual que otros mandatarios conservadores europeos (como Merkel en Alemania), por su gestión de la crisis en su país y la incertidumbre respecto al futuro económico de la UE.

Precisamente Europa tendrá los ojos puestos en una batalla que puede resultar decisiva para el segundo semestre de 2012 en el Viejo Continente. De entrada, Sarkozy ya avanzó en su discurso navideño que la peor crisis económica seguiría afectando a los hogares a lo largo de 2012 e instó a la población a ser ahorradora, un mensaje en consonancia con el del resto de grandes líderes europeos, que aventuran que este año será aún más difícil que el anterior.

Tras impulsar varios recortes presupuestarios con el objetivo de cumplir los objetivos de déficit e impedir una reducción de la calificación 'AAA' de la deuda soberana de Francia (que ahora muchos consideran inevitable), Sarkozy aseguró que no serían necesarios nuevos recortes presupuestarios. "El Gobierno ha hecho lo que necesitaba hacer", manifestó el presidente francés, sabiendo que tanto esta como las medidas que anuncie en las próximas semanas deben servir a Francia y a su continuidad en el Elíseo.

En el país galo califican la estrategia de Sarkozy más de "efectista" que de efectiva. Sin embargo, la prensa francesa hace estos días una valoración diferente sobre los pasos que ha decidido seguir su principal rival, François Hollande.

Hollande y el 'estilo Rajoy'

La campaña llevada a cabo por Rajoy para las generales del 20-N, tan criticada por la actual oposición socialista, ha empezado a cobrar protagonismo en los medios franceses. Le Monde ha publicado este fin de semana que Hollande, favorito en los sondeos, avanza sin programa, evitando pronunciarse sobre su fondo para no ser expuesto a las críticas, imitando la táctica del mandatario español.

Uno de los últimos ejemplos del apodado como l'homme tranquille (el hombre tranquilo) ha tenido lugar el pasado diciembre, cuando Hollande se desmarcó completamente de una disputa interna en el Partido Socialista (PS) galo a raíz de unas declaraciones de uno de los barones del PS, Arnaud Montebourg, quien aseguró que existía un "sistema de corrupción" en su formación en una carta filtrada a la prensa.

En ese momento, el portavoz de Hollande, Manuel Valls, señaló que este no se dejaría arrastrar por asuntos internos del Partido Socialista (PS) y no caería "en ese chapuzón de frasecitas que no tienen ningún sentido".

Lo que está aún por ver es si esa táctica, la de la mínima concreción y cierta opacidad sobre las verdaderas intenciones, que parece seguir el líder del socialismo galo, tendrá un final feliz como le ha ocurrido presidente del Gobierno español.

Para Rajoy, hasta la fecha, las principales críticas, si obviamos su incomparecencia ante las medidas tomadas por su Ejecutivo, han llegado por el incumplimiento de una de sus principales promesas de campaña: no subir los impuestos.

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