El presidente afgano pide investigar el caso de una chica de 15 años torturada por su familia

  • Sahar Gul fue retenida por su familia política y torturada salvajemente para que accediera a ejercer la prostitución.
  • Este caso ilustra los abusos que todavía sufren las mujeres en Afganistán, a pesar de la caída del régimen de los talibanes.
La joven afgana Sahar Gul recibe tratamiento médico en un hospital de Kabul (Afganistán).
La joven afgana Sahar Gul recibe tratamiento médico en un hospital de Kabul (Afganistán).
S. Sabawoon / EFE
La joven afgana Sahar Gul recibe tratamiento médico en un hospital de Kabul (Afganistán).

El presidente afgano Hamis Karzai ha pedido al Ministro del Interior que investigue el caso de una chica de 15 años, a la que su familia política supuestamente torturó y mantuvo en cautividad durante unos cinco meses para obligarla a prostituirse.

Según informa la CNN, Sahar Gul fue rescatada por la policía en la provincia de Baghlan, al norte del país. Su marido la había encerrado en el sótano, le negaba la comida y le había sometido a diversas torturas, incluso le había llegado a arrancar varias uñas con unas pinzas. La joven presentaba diversos cortes en la piel y quemaduras de cigarrillos.

Hace siete meses, Sahar, de 15 años, había sido obligada a casarse con un hombre de 30 años. Sus padres fueron los que alertaran a las autoridades después de que llevaran meses sin saber nada de su hija.

La joven permanece hospitalizada mientras se recupera de sus heridas.

La policía afgana ha arrestado a varios familiares políticos, pero el marido ha logrado huir.

Este caso ilustra los abusos que todavía sufren las mujeres afganas, a pesar de la caía del régimen de los talibanes, según Rahima Zarifi, director del Departamento de Asuntos de la Mujer de Baghlan.

En el segundo trimestre de 2011 La comisión afgana independiente de derechos humanos (AIHRC) contabilizó 1.026 casos de violencia contra la mujer. En 2010 el número de casos ascendió a 2.700.

El pasado diciembre un grupo de hombres armados roció con ácido a una familia que se había negado a concertar el matrimonio de una de sus hijas quinceañeras.  También atrajo mucha atención el caso de una joven de 21 años que fue condenada a 12 años de prisión tras denunciar que había sido violada por el marido de su prima. Las leyes afganas consideran la violación como un adulterio, al tratarse de sexo con un hombre casado.

La joven, que dio a luz a un bebé, fruto de esa violación, accedió a casarse con su atacante para obtener su libertad y legalizar la situación de su hija, por lo que fue indultada.

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