Manuel Estévez ingresó en prisión por primera vez el 16 de febrero de 1989 tras ser condenado a treinta años de prisión por secuestrar y asesinar al hijo del propietario de un restaurante de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

En agosto de 2000 el recluso salió en libertad condicional, pero seis meses después volvía a estar entre rejas tras cometer dos delitos de robo.

Según ha informado la consellería, Manuel Estévez, que ya había cumplido las tres cuartas partes de la condena y habría obtenido la libertad definitiva en mayo de 2009, seguía en prisión un programa para delincuentes violentos y otro de integración social. Después de varias negativas del juez de vigilancia penitenciaria, la secretaría de Servicios Penitenciarios le concedió un permiso de 24 horas, para realizar unas gestiones personales, tras un informe favorable de los psicólogos del centro.

El reglamento penitenciario autoriza a la administración a conceder permisos de hasta 48 horas de duración, sin necesidad de contar con la autorización del juez de vigilancia penitenciaria, según han explicado a EFE fuentes del departamento de Justicia.

La conselleria ha señalado que durante el año 2004 disfrutaron de permisos penitenciarios un total de 4.095 internos, el 30% de la población reclusa. De estos internos, sólo no regresaron 157, de los cuales 57 fueron detenidos de nuevo por la policía, por lo que el porcentaje de no retorno fue del 3,8%.