No son inmigrantes de primera generación (los padres), ni de segunda (los hijos nacidos aquí).
Pertenecen a la generación uno y medio, la que conforman chicos y chicas que llegaron a España después que sus padres, a través de un proceso de reagrupación familiar, y que ahora tienen entre 13 y 17 años.
De su entorno y de las dificultades que ha supuesto en sus vidas el proceso migratorio trata el informe Racismo, Adolescencia e Inmigración, un estudio pionero en España que han llevado a cabo dos equipos de investigación de la UNED y de la Universidad Complutense con la dirección del sindicato UGT.
El trabajo se hizo a través de conversaciones directas con jóvenes de China, Rumanía, Marruecos, Ecuador, Bolivia, México, Cuba y España.
"A veces te sientes humillado"
Jorge nació en Ecuador, tiene 18 años, lleva casi tres en Madrid, odia el cambio de clima, tiene una novia española y confiesa que alguna vez se ha sentido "humillado" por los comentarios que ha tenido que escuchar por ser extranjero.
María, la novia de Jorge, dice que los trabajos que les dan a los extranjeros no los quieren los españoles. Y que casi siempre les pagan poco y mal.
Sus problemas
Escuela: Prefieren los colegios y centros públicos, donde suele haber más proporción de alumnos extranjeros, a los concertados, en los que los chicos notan más actitudes racistas.
Profesores: «Una profesora me dijo que los latinos sólo venimos a robar, a que Madrid no progrese», cuenta una de las entrevistadas.
Discriminación: Los insultos –«sudaca de m...»–, la discriminación y el racismo se centran, sobre todo, en el color de piel, el aspecto físico o la forma de vestir.
Trabajo: Perciben un tratamiento discriminatorio en cuanto a salidas laborales. Algunos se quejan de que los profesores los animan a seguir cursos de formación antes que a estudiar en la universidad. Las condiciones de trabajo, dicen, suelen ser más duras para los extranjeros.
En silencio: Llanto, rabia o impotencia son los sentimientos que se derivan de las actitudes racistas de las que hablan los adolescentes. Algunos prefieren aguantar en silencio. Ni siquiera le cuentan la situación a sus familiares.
Gitanos: Algunos chicos extranjeros han asumido las mismas actitudes racistas de las que son víctimas, pero frente a los gitanos.
Bandas: Relacionan la existencia de las latinas como consecuencia de las de ultraderecha. Algunos ven en ellas una protección.
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