El nuevo presidente de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), Ramon Ferrer, ha considerado que en la defensa del valenciano "sobran discusiones estériles y enfrentamientos banales" y ha instado a todas las personas "sensibilizadas" con la lengua a "trabajar en la misma dirección".

Ferrer ha realizado esta reflexión durante su discurso en el acto de toma de posesión como presidente del organismo, celebrado este viernes en el Palau de la Generalitat y al que ha asistido el jefe del Consell, Alberto Fabra.

También han acudido a la ceremonia varios miembros del Ejecutivo autonómico, como la vicepresidenta, Paula Sánchez de Léon, la consellera de Turismo, Cultura y Deporte, Lola Johnson, y el de Gobernación, Serafín Castellano, así como representantes de los grupos parlamentarios y de otras altas instituciones valencianas.

Ferrer ha prometido el cargo "con una mezcla de agradecimiento, satisfacción y compromiso", ya que, aunque ha reconocido que le "emociona" ocupar la presidencia de la AVL durante el próximo lustro, ha subrayado que "no deja de ser un reto considerable".

"Parece que fue ayer, pero la AVL cuenta ya con diez años y a lo largo de este período los académicos hemos trabajado para situar la institución en el corazón de la sociedad y para procurar ganarnos el respeto de todos, incluso de aquellos que la encontraban inconveniente e innecesaria. Si fuéramos capaces de conseguir que, gracias a nuestra gestión, se supere definitivamente cualquier conflicto relacionado con el valenciano y si ganamos valencianohablantes en todos los ámbitos de la sociedad, la existencia de la Acadèmia habrá valido la pena", ha argumentado.

Ferrer ha echado la vista atrás para recordar que en el siglo XX, "a causa de diversos factores políticos y sociales", el uso del valenciano fue muy escaso hasta la apertura del período constitucional, por lo que "la fidelidad" del pueblo hacia su lengua se debilitó.

A partir de la acción de los gobiernos autonómicos, ha apuntado, se ha mejorado "notablemente" la formación lingüística "de parte de la población" aunque los estudios "revelan que hay que incrementar los esfuerzos para que el uso del valenciano no decaiga y consiga la normalidad que reconoce el Estatuto de Autonomía".

Con ese fin, la AVL cree "indispensable" mantener relaciones de "colaboración y cordialidad" con instituciones culturales y lingüísticas de dentro y fuera de la Comunitat, entre las que ha citado al Institut Ramon Llull, la Universitat de Barcelona o la Xarxa Universitària Lluís Vives pero también a las "históricas entidades valencianistas" Lo Rat Penat y la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV). "Porque todos los valencianos, especialmente los sensibilizados por nuestra lengua, hemos de trabajar en la misma dirección", ha animado.

Sobre el uso de la lengua vernácula, Ferrer ha advertido de que "la sociedad actual se parece muy poco a la de solo unas décadas por lo que hay que adaptarse a los cambios para sobrevivir en un mundo completamente globalizado". "En este contexto —ha proseguido— sobran las discusiones estériles y los enfrentamientos banales".

Principal seña de identidad

Igualmente, ha recalcado la obligación de trabajar para lograr "todos los instrumentos posibles para que en el siglo XXI la sociedad use la lengua sin impedimentos, la perciba como lo que es, la principal seña de identidad, y la transmita a las próximas generaciones".

El máximo responsable del ente normativo del valenciano ha resumido los principales frutos de la labor de la AVL y ha avanzado que, "partiendo de las 'Normes de Castelló' y de la normativizacion consolidada", acabará pronto el 'Diccionari Normatiu' con la fase final de revisión y la aprobación.

Finalmente, ha agradecido su trabajo a los empleados de la AVL, a los antiguos miembros y a los académicos fallecidos y se ha comprometido a ser un presidente "ecuánime, merecedor del cargo y digno sucesor de la labor admirable" realizada por Ascensió Figueres, que también ha estado presente en el acto y que dimitió para ir en las listas del PP en Castellón en las últimas Elecciones Generales, y Manuel Pérez Saldanya, que ejerció desde ese momento en funciones y que también presentó su candidatura a la presidencia, aunque Ferrer obtuvo más votos.

Por su parte, el presidente de la Generalitat ha definido el valenciano como "el máximo exponente de la cultura y las raíces de la Comunitat" y, por tanto, el Consell apuesta "por su uso normal y por preservar un elemento que une a todos los valencianos y que en ningún caso les separa".

Encontrar consensos

Alberto Fabra —que ha subrayado la valía intelectual de Ferrer— ha abogado por "continuar encontrando consensos alrededor del valenciano" y ha puesto como ejemplo el acuerdo obtenido esta semana en las Corts para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) las 'Normes de Castelló'.

"Ahora es momento de mirar al futuro, con altura de miras y con una verdadera intención de impulso de nuestra identidad", ha concluido el 'president'.