"Me ha costado mucho tener lo que tengo y tengo que cuidarlo", afirma con serenidad Romina Belluscio. Está hablando de su carrera profesional y del hecho de que si su apasionado novio, el futbolista Guti, fichara por un equipo en Asia –como dejó caer él hace un par de días–, ella no lo seguiría. "Siempre he sido una persona muy independiente. Soy realista: tengo actualmente un trabajo y un contrato. Si el amor existe, soportará la distancia", asegura.

Es la pregunta del día en el transcurso de una concurrida campaña de Gillette en la que ella ejerce de portavoz de la Fundación de Ayuda al Hombre Lija (una broma para concienciar a los hombres de que afeitados gustan más a las mujeres). Su elección no es casual: la joven acapara las páginas del cuore, tiene al jugador hechizado, bebiendo los vientos por ella.

No llevan ni un mes juntos y Twitter ya ha sido testigo de sus múltiples mensajes de amor, sus escapadas juntos y sus paseos con los niños de él. El pasado fin de semana Guti le pidió matrimonio en una discoteca y dejó su muro virtual lleno de tweets como este: "Tu mundo real soy yo, amor". Ella contestó en la misma red social: "Mi realidad eres tú! Incluso en lo que llaman sueños...".

Otros se asustarían de lo rápido que está yendo todo, pero ella no: "Ha sido tan espontáneo que no nos hemos dado cuenta de todo lo que está pasando. Estamos viviendo el presente, que es lo único real, estamos tan felices...". Asegura que sus otras relaciones no han sido así, que esta está siendo especialmente apasionada.

Tampoco le preocupa que Twitter sea el escaparate de su relación. "¿A quién no le gustaría que le hicieran declaraciones de amor ante 200.000 seguidores?", declara. Por ahora no ve peligros en el hecho de compartir lo que otros famosos luchan fieramente por preservar. "Es que ya es un poco difícil mantener la intimidad cuando un fotógrafo te sigue a todas partes. Al final vas a salir en una foto, así que nosotros nos adelantamos en Twitter. Decimos lo que sentimos y como nos apetece, no tenemos por qué escondernos, nos sale del corazón".

Nacida en Tucumán hace 32 años, Romina ganó Miss Argentina siendo estudiante de periodismo. Desfiló en pasarelas internacionales y se hizo hueco en la televisión española, primero en El muro infernal (La Sexta) como azafata y después como colaboradora en Tonterías las justas (Cuatro) y Espejo público (Antena 3) donde trabaja ahora.