El presidente del Montepío, José Antonio Postigo, ha denunciado este miércoles en el Juzgado de Guardia de Oviedo que, tanto él como su entorno familiar, sindical e institucional, llevan un año y medio recibiendo decenas de amenazas y correos anónimos que lo vinculan con adjudicaciones ilegales, tráfico de influencias, enriquecimiento injustificado y ocultación de bienes.

Esta actuación supone un delito de extorsión, difamación, allanamiento de morada —ya que los anónimos incluyen fotografías de su casa de Valladolid—, violación del espacio público y utilización de mensajes e información con fines empresariales coercitivos, ha explicado Postigo en rueda de prensa.

El primer anónimo fue enviado el 2 de julio de 2010 por correo ordinario, aunque el presidente del Montepío no le dio importancia. Después, las acusaciones se repitieron, probablemente con la intención de que Postigo "abandonase voluntariamente" su cargo al frente de la institución, hasta que finalmente comenzaron a llegar a su entorno vía e-mail. Posteriormente, ha recibido amenazas telefónicas.

Estos correos incluyen un resumen de las obras puestas en marcha por parte del Montepío, acusaciones e incluso fotografías de su casa de campo en Valladolid, que según el mensaje anónimo, Postigo no puede justificar económicamente.

"Los objetivos de esta campaña no son claros, pero son próximos a la mafia y a las venganzas", ha opinado Postigo, quien ha admitido que ha "pisado muchos callos" a lo largo de su trayectoria sindical y política y que sus decisiones para defender a la mutualidad minera "no les han gustado a muchos".

La aparición de estos correos anónimos coincide con la puesta en marcha de la Residencia de Mayores 'La Minería' en Felechosa, aunque Postigo ha dicho que el objetivo es "de más calado".

Aunque no ha señalado a ningún sospechoso, ha dicho que no descarta que las acusaciones tengan algún matiz sindical, político o empresarial.

Defiende la transparencia del montepío

Postigo ha defendido la transparencia del Montepío y ha afirmado que "siempre" ha tomado decisiones "pensando en el bien institucional".

De hecho, ha recordado que en cinco años sus decisiones han permitido duplicar el valor patrimonial de la entidad, que ha crecido desde los 25 a los 50 millones de euros.

Asimismo, ha señalado que el Montepío se ha sometido a auditorias y que el sistema de adjudicación de obras se hace a través de una comisión compuesta por un arquitecto, una aparejador, un abogado y un ingeniero.

"no les daré mi cabeza"

"Lo más fácil para mí sería no soportar más, darles mi cabeza, marcharme para casa y acabar con esta historia", ha dicho el presidente del Montepío.

Sin embargo, su "defensa de la fortaleza del minero, de la necesidad de luchar por lo que es justo y de pelear por los ideales", ha hecho que descarte esta opción y denuncie el asunto ante los tribunales.

Ha concluido que confía en que "las fuerzas del orden, con todas las pruebas, detengan y localicen a los autores de esta campaña de acoso, extorsión y amenazas".