La situación en Siria continúa siendo explosiva.  Los enfrentamientos siguen dejando muertos en las calles y el régimen responde a la presión internacional. En este caso, el Frente Nacional Progresista (FNP), que aúna a las principales fuerzas políticas serias, ha condenado la decisión de la Liga Árabe de suspender la participación de el país en sus reuniones.

Según está formación, esta presión internacional es fruto de una conspiración internacional contra Siria. A través de un comunicado recogido por la agencia de noticias SANA, el movimiento oficialista ha indicado que la suspensión de la participación de Siria es una violación de los principios de la Liga Árabe, así como de los acuerdos suscritos entre sus países miembro.

Además, ha señalado que, a pesar de que "no es la primera vez que Siria afronta un gran desafío", "sí es la más peligrosa, porque ha sido preparada en las cocinas sionistas, estadounidenses y occidentales".

La Liga Árabe, por su parte, exige al régimen que deje entrar a observadores internacionales en el país.

Lo cierto es que en Siria la tensión sigue disparada. Desde el 3 de noviembre, al menos 376 personas han muerto por la represión de las fuerzas leales al régimen de Damasco.

La tensión no solo se centra en los opositores. En las últimas semanas las legaciones diplomáticas de Marruecos, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Arabia Saudí y Francia han sido atacadas por partidarios de Bashar al Assad, que protestaban por la presión a la que someten a Damasco.

Marruecos y Francia ya han llamado a sus embajadores a consultas, lo que ha obligado al régimen sirio a reaccionar.

El Ministerio del Interior de Siria ha advertido de que tomará las medidas legales correspondientes contra quienes ataquen las sedes diplomáticas presentes en el país árabe, en cumplimiento de sus obligaciones internacionales.

En un comunicado recogido por la agencia de noticias estatal, SANA, Interior advierte de que detendrá y procesará "a cualquiera que traspase las sedes diplomáticas o intente atacarlas"

Además, explica que ha ordenado a los mandos policiales adoptar todas las medidas necesarias para prevenir cualquier ataque contra las sedes diplomáticas y los edificios cercanos.

Según explica, la protección de estas sedes es una de las obligaciones internacionales adquiridas por Siria, como Estado parte de la Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados y la Convención de Viena sobre las Relaciones Diplomáticas y Consulares.