El conseller de Sanidad, Luis Rosado, se reúne esta tarde con los Colegios de Farmacéuticos de la Comunitat Valenciana para anunciarles una fórmula de pago que ponga fin a la deuda que la Generalitat mantiene con estas oficinas y que puede derivar en cierres patronales, como ya ha anunciado el Colegio de Castellón.

Según ha avanzado este jueves el propio Rosado a 20minutos.es, su departamento está haciendo “verdaderos esfuerzos desde hace meses” junto con la Conselleria de Hacienda y los colegios “para solucionar el problema”. Según explica, “se trata de un problema añadido, no solo por la crisis económica o el presupuesto, sino que hay una crisis de liquidez”.

La factura farmacéutica de un mes en la Comunitat Valenciana ronda los 120 millones de euros y en estos momentos se adeuda a los farmacéuticos dos meses (agosto y septiembre), es decir unos 240 millones de euros. “Conseguir el dinero físicamente de una entidad bancaria está siendo muy complicado porque prestan el dinero, pero si nuestro rating a nivel nacional es muy bajo no se fían de las administraciones públicas españolas y tenemos dificultades para conseguir estos créditos”, añade el titular de Sanidad.

“Creo que después de la reunión de esta tarde va a quedar muy claro que hemos hecho unas operaciones que nos pueden ayudar a pagar si no todo, gran parte de lo adeudado con los farmacéuticos y resolver de aquí a fin de año el problema”, augura Luis Rosado. Esta iniciativa significaría que “a principios de año volveríamos a la normalidad porque ya está presupuestado el gasto en farmacia y, por tanto, se podría llevar adelante”.

Objetivo: evitar los cierres y el desabastecimiento

Rosado confía en que, de este modo, se desconvoquen los paros anunciados por las oficinas de farmacia de Castellón, que amenazan con extenderse a las otras dos provincias. “Espero que se desconvoquen. Si no se desconvocan, no tendría sentido todo el esfuerzo que estamos haciendo. Tratamos de que los farmacéuticos tengan el dinero para poder pagar la compra de los medicamentos que luego van a administrar a los pacientes”, prosigue.

“No queremos desabastecer a nuestros ciudadanos, es lo principal. En esto debemos ir juntos los ciudadanos y la Administración porque lo importante es el ciudadano. Lo que nos interesa es que el ciudadano tenga su medicamento: no tendría sentido que hubiéramos solucionado el problema económico y que las farmacias estuvieran cerradas”, concluye.