Madrid declara su amor a Wilco

  • El grupo de folk pop alternativo llenó el Teatro Circo Price de Madrid.
  • Wilco llevó al público al clímax mostrándose cálidos, envolventes o experimentales.
Wilco, en una foto tomada en 2009.
Wilco, en una foto tomada en 2009.
Archivo
Wilco, en una foto tomada en 2009.

Las cerca de 2.000 personas que disfrutaron el martes del largo, sólido y variado concierto de Wilco hicieron bueno el título de su último disco, The Whole Love, y, aunque no hincaron rodilla, declararon todo su amor a esta banda estadounidense cerrando el espectáculo en pie y con vítores.

Los de Jeff Tweedy, que se han hecho un nombre con dos premios Grammy gracias a su afán experimental y su apuesta por el riesgo, se lucieron en la arena del Teatro Circo Price (Madrid), en el que además de su faceta más alternativa, supieron mostrarse cálidos (One Sunday Morning), envolventes (Hummingbird) y evocadores, como en Impossible Germany, que llevó al público al clímax.

"Estamos realmente felices de estar aquí, hay mucha gente que dice eso, pero nosotros lo decimos de verdad", reconoció en un momento del show el líder de este grupo de Chicago, respondiendo a la calurosa reacción que el público madrileño mostró desde el primer minuto. Ese momento llegó poco antes de las diez. Tweedy, tocado por un sombrero y provisto de su guitarra.

"¡Te queremos!", gritó alguien de entre el público, haciendo más palpable aún la estrecha relación que Madrid ha establecido con este artista que, bien solo o acompañado, ha pasado por la capital cinco veces en seis años, la última en 2010, con un show acústico dentro de Los Veranos de la Villa.

Tweedy ha vuelto esta vez a Madrid rodeado por su inseparable bajista John Stirratt, el único que permanece de la formación original, así como por Nels Cline (guitarrista), Glenn Kotche (batería), el multiinstrumentista Pat Sansone (que asistió a la guitarra y teclados) y Mikael Jorgensen (pianista).

La banda dop muestras de su vertiente experimental con Art of Almost, un tema de siete minutos que pasa por ser el más arriesgado y probablemente el más carismático del nuevo álbum, con una percusión poderosa, arreglos electrónicos y hasta tres guitarra en liza.

Los aplausos a sus explosiones sonoras dieron paso a la más cálida I might, primer sencillo extraído de The Whole Love, que actualiza los esquemas del pop rock que más les inspira, el que se hizo de mediados de los años sesenta a los setenta y que protagonizó sus discos Wilco (The Album) (2009) y Sky Blue Sky (2007).

El público disfrutó por igual de los cortes de factura más clásica, como de esos dulces paisajes del medio Oeste en los que, súbitamente, se desencadena un atronador fondo de percusión, que parecen evocar el tiroteo en OK Corral.

Así funciona Via Chicago, en el que unos apocalípticos segundos silencian la melodía country del comienzo, sólo para permitirla renacer poco después ante los oídos de una concurrencia agradecida por el subidón de pulsaciones y la caricia posterior.

"No tenemos tiempo para esto. Dejadlo para después", dijo un irónico Tweedy, que varias veces cortó los aplausos del público, deseoso de usar el mayor tiempo posible para desplegar su artillería.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento