La carrera como actor de William James Murray (Illinois, 1950) se remonta a los 70. Era un actor efectivo, de comedia, pero no de relumbrón: participaba en producciones simplonas y sabía cómo actuar en ellas.
Ha sido en estos últimos se ha convertido en un personaje, ha crecido como actor y ha conseguido que el público lo admire por una capacidad interpretativa inesperada. Películas como Lost in Translation (Sofia Coppola, 2003) o Flores Rotas (Jim Jarmusch, 2005) han contribuído al renacer de un hombre ajado, alto, de gesto melancólico, pero inevitablemente gracioso.
Ahora rueda A Glimpse Inside the Mind along with Charles Swan III, una película que coprotagoniza junto a Charlie Sheen y dirigida por Roman Coppola (hijo de Francis).
La galería 1988 de Los Ángeles, especializada en cultura pop, contribuye al reconocimiento e inaugura una exposición dedicada a Bill Murray. 80 artistas, con piezas creadas especialmente para la muestra, contribuyen al homenaje con ilustraciones, cuadros, grabados esculturas y dibujos.
Perpetua admiración
Es una muestra que ahonda en toda la trayectoria de Murray. Hay alusiones a películas, apariciones en televisión y chistes del actor. Los artistas recorren a fondo la filmografía, con preferencia por películas estrella como Los cazafantasmas (Ivan Reitman, 1984), Atrapado en el tiempo (Harold Ramis, 1993) y Lost in Translation.
Los organizadores quieren mostrar su perpetua admiración por el actor estadounidense con una muestra que roza el completismo y que sitúa a Bill Murray en el Olimpo de los comediantes: "Nuestros padres tenían a Peter Sellers, sus padres tenían a Buster Keaton y nosotros tenemos a Bill".
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios