Rafael Gómez confiesa que no le importa que salgan a subasta sus bienes, pero reclama equidad con sus deudas

Defiende su cargo en la Gerencia de Urbanismo por "obligación" y para que "las cosas se hagan bien", no para resolver sus problemas
Rafael Gómez
Rafael Gómez
EUROPA PRESS
Rafael Gómez

El empresario líder de Unión Cordobesa (UCOR) y concejal del Ayuntamiento de Córdoba, Rafael Gómez, conocido popularmente como 'Sandokán', confiesa que no le importa que salgan a subasta sus bienes, pero reclama que dichas ventas públicas sean "equitativas" a sus deudas en los bienes y "no me saquen por 500.000 euros un bien valorado en 30 millones".

Así lo ha manifestado a Europa Press Rafael Gómez, quien ha lamentado que las subastas de sus bienes "no son normales y esto no se lo han hecho a ningún empresario en toda España", al tiempo que defiende, "yo he querido siempre pagar, si no tengo dinero pago con los bienes, pero no es normal que por el matadero de Iccosa se den 204.000 euros, cuando vale 20 millones".

No obstante, declara, "no me importa que haya salido en subasta, que se lo lleven, como si se lo quieren regalar", porque, agrega, "vine ligero de equipaje al mundo y me voy sin nada, he querido siempre cumplir y jamás he intentado evadir lo que he tenido que pagar".

Así, destaca que si no ha pagado "en su momento" es porque, según él, "no he tenido el dinero efectivo y siempre he puesto mis bienes a favor de que se pague lo que debo, pero con los bienes que sean equitativos a las deudas".

De igual modo, ha lamentado que llevaba "cinco años hablando con el Ayuntamiento, intentando ponernos de acuerdo en pagar con bienes, porque no teníamos dinero, y llega el PP y dice que ya tienen que salir a subasta".

En cuanto a la multa de 24 millones de euros por la construcción sin licencia de las naves de Colecor, Gómez considera que "es más de lo mismo", después de que "se aprobara un plan especial y de buenas a primeras dice la Junta que ese plan no sirve, eso no es normal", dado que, "si pienso que me van a echar una multa, pues no hago las naves".

Una naves que, según describe, "son un centro comercial, que algún día pienso hacer puertas abiertas para que los cordobeses las conozcan y vean que de verdad se había hecho un negocio y que iba a crear mil empleos directos y 500 indirectos". En cambio, "después de terminar y hacer la inversión de 80 millones se le pone una multa y un precinto", recrimina el líder de UCOR.

La gerencia

En cuanto al cargo que ocupa en estos momentos de consejero de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), Rafael Gómez argumenta que quiere estar en dicho organismo "para que las cosas se hagan bien", de modo que, a su juicio, "no tiene que levantar tanta polvareda" su nombramiento, puesto que, agrega, "me han votado los cordobeses para que haga bien mi trabajo, por eso tomé la decisión de estar en urbanismo, pero siempre con el afán de trabajar en pro del progreso y las cosas bien hechas".

Es por ello que "lo que pueda aportar lo voy a aportar, por eso me he implicado", proclama Gómez, quien cree que tiene "la obligación de hacer las cosas y no dejarlos solos —al resto de concejales y miembros de la GMU— que hagan todo", por eso, asevera que "hay que compartirse las cosas".

En relación a los asuntos que se tramitan en la GMU, Gómez dice que no le interesa sacar "la conversación sobre el Plan Carretera de Palma" que permitía legalizar las naves de Colecor, y es que, tal y como manifiesta, "yo no estoy en el Ayuntamiento ni en la Gerencia de Urbanismo para resolver mis problemas", para ello "están los abogados y si tienen que hablar e intentar solucionar serán ellos los que lo hagan".

En definitiva, concluye el concejal y líder de UCOR, "no tengo apego al dinero ni a los bienes ni a nada, tengo apego a que un empresario debe de velar por su empresa y por eso lucho, no por ambición".

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