El arquitecto brasileño Óscar Niemeyer se ha mostrado esperanzado con que la decisión de cerrar o interrumpir las actividades del Centro Cultural Internacional avilesino que lleva su nombre se revierta y la actual directiva sea mantenida al frente de la gestión.

Así lo expresa en una carta abierta enviada a la Fundación Óscar Niemeyer, en la que recuerda que realizó el proyecto con su mayor cariño y éste contribuyó a colocar a la ciudad de Avilés en el mapa turístico-cultural de Europa.

El artista asegura que el complejo es una obra que representa, tal vez, "uno de los ejemplos recientes más expresivos de su esfuerzo por sacar partido de las potencialidades y de defender una arquitectura más libre y menos estandarizada".

"Se trata también de la pérdida de un espacio fantástico para promover eventos culturales de alto rango y para un diálogo, siempre fecundo, entre los diferentes sectores, integrando artes contemporáneas y arquitectura", sostiene.

Por último, el centenario arquitecto ha expresado su solidaridad con el director, Natalio Grueso, y los trabajadores del Centro: "Sin su apoyo, su total entrega, esa obra no alcanzaría el reconocimiento que conquistó en tanta gente de valor y en el público en general".

En este sentido, en la misiva, asegura que jamás olvidará la atención que "esos amigos" le dispensaron tanto a él, como al arquitecto Jair Valera, "participando en el progreso de la obra, en los detalles de su ejecución y en la programación artístico-cultural que debía acoger".

"Confío en que Natalio y su equipo sean mantenidos al frente de la gestión de una obra que requiere entusiasmo, amor a la cultura y creatividad. Esos elementos siempre presentes en la valerosa gente de España", concluye.