La Comunidad de Madrid aprueba este jueves un anteproyecto de ley por el que, de salir adelante, liberalizará los horarios comerciales para todos los establecimientos de hasta 750 metros cuadrados.

El objetivo de Esperanza Aguirre con esta medida que permitirá la apertura en domingos, así como no tener restricción horaria, es revitalizar el pequeño comercio frente a las grandes superficies con lo que pretende revitalizar el consumo y el turismo.

Para lograr la nueva licencia habrá que aportar "una declaración responsable" del empresario donde deberá declarar que bajo su responsabilidad "cumple con los requisitos establecidos en la normativa vigente, que dispone de la documentación que así lo acredita y que se compromete a mantener su cumplimiento mientras desarrolle la actividad", según el diario El Mundo.

El anteproyecto de Aguirre deja un pequeño resquicio a los grandes comercios. Hay una cláusula que permite a los comercios de más de 750 metros abrir, siempre y cuando dediquen más del 50% de su negocio a la venta de "muebles, artículos de bricolaje, artículos deportivos, juguetes, vehículos y materiales de construcción". Esta medida excluye a los grande almacenes.

En el caso de la capital, la Puerta del Sol y el aeropuerto de Barajas desde hace tiempo y desde hace dos semanas los comercios de barrios como la Castellana, Cortes y Palacio pueden abrir todos los domingos y festivos del año. En la actualidad, Madrid dispone de veintidós festivos de apertura anual autorizada, cuando la mayoría de las regiones disponen del mínimo legal de ocho.

Las reacciones a este anuncio no se han hecho esperar. Desde CC OO de Madrid se ha exigido la retirada inmediata del anteproyecto de ley, según han manifestado en un comunicado. El sindicato también ha demandado la convocatoria del Consejo para la Promoción de Comercio para debatir un plan que garantice el desarrollo de un comercio diverso y plural.

Para CC OO esta "desregulación" tendrá consecuencias negativas, afectando "gravemente" a los trabajadores del sector, poniendo "trabas" para que se pueda conciliar la vida laboral y familiar de "miles de personas". En esta misma línea, Facua Madrid ha mostrado su rechazo a esa liberalización de horarios comerciales y advierte de que la medida "puede suponer un severo golpe a buena parte del pequeño y mediano comercio, restándole nuevamente capacidad competitiva".