El artista Darío Basso (Caracas, 1966) tiende un puente entre Oriente y Occidente a través de la naturaleza con la exposición 'Materialeza', que repasa en el Centre del Carme de Valencia dos décadas de trabajo de voluntad "dialogante y global".

La muestra —la primera retrospectiva en Valencia de este autor, que se define como un gallego nacido en Venezuela— ha sido presentada este miércoles en rueda de prensa por la directora general de Patrimonio Cultural, Marta Alonso, el asesor científico del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, Felipe Garín, y el propio creador.

La selección invita al espectador a embarcarse en un viaje por los puntos geográficos que inspiran la obra de Basso. De hecho, al principio de la exposición se puede contemplar un mapa en el que se indica cuáles son estos lugares "en los que la naturaleza late", ha manifestado el artista.

En total, se distinguen diez etapas diferentes en la obra de Basso que se corresponden con la mayoría de sus viajes: Choroní y Baoruco (1999-2002); Madrid (2003-2004); Marruecos (2004); Isla de Ons (2005); Oriente Medio (2006); Estados Unidos (2007-2008); Hoyo de Manzanares (2008-2009); Torrelodones (2009); Zimbabwe y Mozambique (2010); y Captiva (2010-2011).

El punto de partida de la muestra, que estará abierta hasta el próximo mes de enero, es el año 1999, momento en el que Basso introdujo en su producción —que ya se ocupaba de las relaciones entre las culturas oriental y occidental— "una mirada hacia la naturaleza".

El primer fruto de esta inquietud fue un conjunto de piezas elaboradas en plena selva tropical venezolana y que, como anécdota, tuvieron que ser transportadas en burra hasta una carretera cuando llegó la hora de mostrarlas. En estas obras, el pintor reivindica "la cantidad de información que la naturaleza proporciona al ser humano". Bajo esta premisa, el autor realizó también un 'catálogo de hojas' conformando un banco de imágenes de 2.600 dibujos como paso previo a su representación abstracta.

Posteriormente, la producción de Basso sufrió, como la de muchos otros creadores gallegos, la tragedia ecológica del 'Prestige', que ha dejado su huella en una serie de cuadros en los que la naturaleza aparece "embadurnada" por sustancias com el alquitrán o el petróleo. La muestra incluye asimismo otro grupo de obras realizadas al aire libre a las afueras de Madrid y que dejan ver efectos como la congelación.

Los 54 lienzos de gran formato —que se distribuyen en la Sala Ferreres— se acompañan de 13 'cuadernos de viaje' que constituyen "el corazón" de la exposición y de la labor de Darío Basso, ha aseverado.

HAIMAS

El colofón a este recorrido lo pone la gran instalación 'Algoritmi dixit', que se despliega en el claustro gótico del antiguo convento. Está formada por 23 haimas árabes de 4,30 por 2,60 metros que ocupan 250 metros cuadrados y para las que se ha empleado una tonelada de pintura.

Felipe Garín ha destacado que, aunque algunas de las piezas han viajado por otros países y seguirán itinerando, la muestra de Valencia está pensada expresamente para la instalaciones del Centre del Carme. Se trata de una selección "atractiva, que llama la atención desde la calle y lúdica en el mejor sentido del término", ha resumido el especialista.

Por su parte, Marta Alonso ha subrayado que la exposición es "un ejemplo de colaboración entre instituciones", en este caso la Generalitat y la Xunta de Galicia, y ha recalcado que uno de los "objetivos de legislatura es consolidar el Centre del Carme tanto a nivel de calidad como de visitantes". En este punto, la directora general ha señalado que en lo que va de 2011 ya se ha conseguido duplicar la cifra de visitantes del pasado año.