Carretillas con bueyes simulados, correbous para menores,  un monociclo con una cabeza de toro para jugar... son diversas las actividades infantiles con esta tradición taurina de fondo.

Entidades animalistas han denunciado que la afición por los correbous está aumentando entre los más pequeños. En cambio, quienes los han seguido generación tras generación reivindican estas celebraciones como punto de encuentro familiar. "Este año ha aumentado la afición entre los niños por los correbous", afirmaba el presidente de la Asociación Contra la Tortura y el Maltrato Animal (ACTYMA), Arturo Pérez, y juzgaba que "en ninguna parte para educar a los niños, se les enseña a maltratar a los animales".

Desde la Agrupación de Peñas y Comisiones Taurinas, Jesús Curto reivindica, en cambio, la "unión familiar" que genera este tipo de celebraciones y aclaraba que la pasión por los correbous "la vivimos, no la inculcamos". La ACTYMA ha presentado tres demandas contra este tipo de acontecimientos taurinos (en los que no se mata al toro, pero en algunos casos se les prende fuego en los cuernos). En una de ellas, denuncia que menores de 14 años han participado en la actividad, un hecho que está prohibido por ley, recuerdan. Por su parte, Curto precisaba que en Cataluña "siempre se ha velado por que los menores no participen, porque es peligroso, se pueden hacer daño".