La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Ana Botella, considera "absolutamente inconcebible" que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, no quiera aplicar el impuesto de Patrimonio en la autonomía cuando "no tiene liquidez para pagar a los proveedores ni para los servicios básicos".

Botella se ha pronunciado en estos términos en una rueda de prensa en la que ha hecho un balance de las actuaciones del Ejecutivo, al ser preguntada por su opinión sobre las declaraciones de Fabra, quien se ha comprometido a no aplicar este impuesto en la autonomía.

La delegada ha afirmado que le resulta "absolutamente inconcebible" que en la actual situación económica en la que se encuentra la Comunitat, Fabra "diga que promete no recaudar los 100 millones de euros" que generaría ese impuesto. Y más "cuando no tiene liquidez para pagar a los proveedores ni para los servicios básicos de los ciudadanos", ha apostillado.

Así, estima que Fabra "antepone los intereses del PP a los intereses de los ciudadanos valencianos", y ha insistido en que "bajo ningún concepto se está en condiciones de dejar de percibir esos 100 millones de euros" de la recaudación del impuesto, que afecta a unos 19.000 valencianos.

Este impuesto, según ha comentado, es "bueno" para todas las CCAA, y también para la Comunitat, porque la recaudación "la realizarán directamente las CCAA", y el impuesto "quedará a disposición de las propias autonomías, ya que no va a ser trasladado a los ingresos estatales".

De esta manera, estima que "les favorece doblemente", porque "siguen teniendo la compensación que estableció el Gobierno en su momento cuando anuló este impuesto" y, ahora, "corresponde a las CCAA recaudarlo y lo puede aplicar para sus propios presupuestos".